Aurora Pita Alonso: Gran Dama de la radio y la televisión cubanas
Aurora Pita Alonso llegó a La Habana en los brazos de la madre con apenas tres meses de nacida. Atrás había quedado España envuelta en una sangrienta guerra civil. En particular, su tierra natal Galicia sufría la más espantosa destrucción y pobreza, lo que originó la emigración de miles de gallegos y entre ellos, la familia de Aurora que ostenta la condición de Niña de la Guerra. Se graduó de bachiller en Ciencias y Letras y concluyendo tales estudios, trabajaba también como actriz en la radio y televisión cubanas.
Muchos actores y actrices de Cuba como Fela Jar, Idalberto Delgado y su prima Marina Rodríguez, deben como ella la formación artística al Centro Gallego. Primero estudió declamación con el maestro Joaquín Riera y más tarde recibió clases de pintura en el plantel de Concepción Arenal. Por aquella época, recitó en diversos lugares y de ellos recuerda con emoción el escenario que había en el tercer piso del hoy Gran Teatro Nacional y el de los teatros de las sociedades Rosalía de Castro y Artística Gallega.
Siendo única hija y sin faltar los afectos, estímulos y esfuerzos de su numerosa familia para que estudiara, a los 14 años de edad obtuvo el primer contrato y muy pronto, ya laboraba en once programas diarios de la radio, especialmente en los géneros de novela y aventuras con papeles de niña pobre o indefensa. Con el personaje Purita trabajó en el espacio humorístico A reírse rápido, el más escuchado del aquel momento.
Trabajo en la televisión
Aurora tuvo que romper el contrato con Crusellas para poder interpretar diferentes personajes en obras de teatro, aventuras, espacios infantiles y novelas que se trasmitían por los canales de la televisión cubana: 2; 4 y 6. Trabajó en la serie de Los Vikingos; en la Novela de las Diez, que luego cambió el nombre por Grandes Novelas, iniciada con El alma encantada.
En sus primeros personajes novelescos están: George Sand y María Eduarda. Para interpretar este último, que solamente se vería una noche, durante el espacio de teatro, debió rasurarse cejas y la parte frontal de la cabellera. Para ella tan jóven aquello constituyó un reto estético.
Hubo un tiempo en que interpretó en el canal 4 el personaje de Carmelita, mientras por el 6 se ofrecía la grabación de otra novela en la cual hacía de la guajirita Merced y más tarde en la noche, se convertía en la espía Mata Hari. En la novela Sol de Batey asumió el personaje Doña Gertrudis de Sandoval y Santa Cruz y con también interpretó a la Gallega Catalina. Por esta actuación la UNEAC le otorgó el Premio Caricato en 1995.