Municipio Unión de Reyes. Fundado el ayuntamiento en el siglo XIX, 1879, debe el nombre a una taberna propiedad de unos hermanos de apellido Reyes, ubicada al costado de la línea que lo une con Matanzas, la cual era punto de parada de todos los comerciantes y personas que llegaban al pueblo por este y otros medios de transporte. La frase “déjeme en la unión de los reyes” era muy usual, por la intersección que existe en ese punto entre la línea antes mencionada y la de La Habana, de ahí también el surgimiento del escudo del poblado, formado por la imagen del Puente viejo como se le conoce popularmente y una locomotora de vapor de la época, acompañado de una representación de dicha taberna.
El municipio de Unión de Reyes se encuentra situado al suroeste de la Provincia de Matanzas.Limita al Norte con el municipio Limonar, por el Este con el municipio Pedro Betancourt y Jagüey Grande, por el Sur con la Ciénaga de Zapata y por el Oeste con la Ensenada de la Broa y los municipios de Mayabeque de Nueva Paz y Madruga. Esta delimitación se corresponde con la División Político Administrativa vigente desde 1976 en épocas anteriores existían otras delimitaciones para el territorio.
El nombre de este municipio lo origina una taberna situada en terrenos de Manuel Reyes. Al ampliarse los ferrocarriles de La Habana y Matanzas, cerca del establecimiento se producía la convergencia de las líneas férreas, lo que hizo que el lugar comenzara a conocerse con el nombre de Unión en el punto de Reyes.
De ello se derivó la denominación de Unión de Reyes. La presencia aborigen en este territorio se hace evidente en la zona sur que bordea la Ciénaga Occidental de Zapata, donde el sitio de un enterramiento del mesolítico demuestra la presencia de los primitivos pobladores.
Las mercedaciones de las tierras se iniciaron en fecha temprana, pero la efectividad de la presencia colonial no se logró hasta el siglo XIX cuando se asocia básicamente a la expansión azucarera a través de la plantación esclavista. Estas primeras mercedaciones fueron por lo general de gran extensión y de límites indeterminados teniendo en cuenta que el país estaba en la mayor parte deshabitado, y al menos en esta región no se conoce de la existencia de poblaciones indígenas.
Los primeros asentamientos poblacionales datan del siglo XVII, el primero que se conoce el hato de Alacranes en, seguido de corrales en los sitios Sabanilla, La Cidra y la Hacienda Cabezas en Don Miguel de Otero se le concede, por el ayuntamiento de Matanzas, licencia para la fundación de Sabanilla del Encomendador y el fomento de las viviendas a partir de un corte de madera en esa zona.
A partir del siglo XIX el impetuoso desarrollo de la industria azucarera estimula el crecimiento de los principales núcleos poblaciones: Alacranes, Sabanilla del Encomendador, San Antonio de Cabezas, Cidra y Unión de Reyes.
La población se incrementa notablemente con la trata negrera. El número de ingenios azucareros en la rica jurisdicción se multiplica hasta alcanzar la cifra de 145. Las primeras expresiones de la rebeldía esclava, el cimarronaje, se hace sentir con gran esfuerzo, tomando un auge sin precedente en la década 40 con las grandes sublevaciones que tuvieron lugar en los ingenios Triunvirato, Acanas, San José, San Lorenzo, y San Rafael que condujeron a las bárbaras represiones coloniales que en 1844-1845 se ejecutaron sobre algunas dotaciones del territorio.
Vinculadas a las ideas independentistas antes del estallido de 1868, varias familias con intereses azucareros en esta región como las Teurbe Tolón, Aldama y Olivera, se relacionaron con los afanes conspirativos del occidente.
Al iniciarse la Guerra de los 10 años, la relación española de los voluntarios provocó el asesinato de los jóvenes independentistas: Urbano, Manuel y Quiterio Olivera pero no pudo tener el apoyo que la población campesina, asentada en el sur de la jurisdicción, proporcionaba a las avanzadas del campo insurrecto.
Fecunda fue la tregua en la región con un activo y efervescente movimiento conspirativo que protagonizaron figuras que serían actos oficiales del ejército libertador en la próxima contienda, nacido en las poblaciones del territorio o que vivieron en ellas durante esta etapa. Entre ellos se encontraba los generales Pedro Betancourt, Eduardo García, Manuel Alfonso y Alberto Rodríguez, los coroneles Manuel García, José Álvarez yJosé Raimundo Matilde Ortega y el comandante Rafael Acosta entre otros destacados luchadores por la independencia.
Especial notoriedad asumió la figura del insigne patriota Juan Gualberto Gómez Ferrer quien, nacido en Vellocino en 1854, siempre mantuvo latiente en su laborar cívica y revolucionaria el vínculo con su tierra natal.
Como resultado de los numerosos levantamientos en la región se sumaron a las huestes invasoras de Máximo Gómez y Antonio Maceo en la noche del 31 de diciembre de 1895, humildes jóvenes unionenses que protagonizaron cruentas batallas como la de Hato de Jicarita y EL Ohito, resistiendo las penurias de una guerra devastadora en que la población de esta comarca descendió en más de un 36% al sufrir los efectos de la reconcentración.
La ocupación norteamericana y los primeros años de la República Neocolonial consolidan desde el punto de vista político las posiciones más conservadoras en el territorio, al mismo tiempo que los dos centrales azucareros Conchita y Santo Domingo caen en manos del capital norteamericano y del gran capital nacional.
A partir de de la década del 40-50, este municipio alcanza un gran desarrollo económico en aras de convertirse en una gran ciudad, contaba con diversos establecimientos, imprentas de periódicos y tiendas, contaba con dos centrales azucareros, y un taller de Fundición, la mejor del país.
Curiosidades históricas
El poblado de Alacranes: Debe el nombre a la planta medicinal alacrancillo que rodeaban las lagunas que servían de abrevadero al ganado vacuno en el lugar donde en 1660 se asentó la hacienda que llevaría ese nombre.
Al iniciarse la Nueva División Administrativa en 1879 a Alacranes se le impuso por las autoridades coloniales el nombre de Alfonso XII, rey de España, única localidad cubana que rindió ese culto a un rey español.
El pueblo de Unión de Reyes no debe el nombre a la nobleza, sino a la llegada del ferrocarril al unirse la empresas ferroviarias Matanzas a la Sabanilla y Caminos de hierro de La Habana en la intersección cercana a la taberna de los hermanos Reyes.
El 24 de abril de 1863 se hizo en el ingenio Concepción propiedad de Miguel Aldama, el primer ensayo en América de Cultivo de caña de azúcar con arado de vapor.
El Harén creado por Don Esteban Santa Cruz de Oviedo en el Ingenio La Santísima Trinidad o Vista hermosa con varias esclavas notables por la hermosura, escandalizó a la sociedad esclavista cubana en la década de 1930 y 1940 del siglo XIX.
En la década de 1940 del siglo XIX en el Ingenio San Miguel de Patricio Laguardia se emplearon camellos en el tiro de caña.