El Pelu de Baracoa.
El misterioso se llamaba Vicente Rodríguez, era natural de Poza, provincia de la Coruña, donde nació en 1857.
Vino como la mayoría de los españoles. Logro hacer capital en Santiago de Cuba como comerciante y persona de no escasa inteligencia.
Por un accidente de la vida de revelación, donde juega un papel importante la palingenesia, se convierte en misionero, da todas sus pertenencias a los pobres que bendijeron su determinación; se convierte a evangelizar a tantos malandrines y granujas, que hacen mangas y capirotes y a los que no le cae el peso de la justicia.
El misterioso como también se le conocía en aquel entonces ¨ El Pelú ¨ se le empezó a llamar hace unas décadas atrás.
Tenia una barba de pelo rizos sin peinar, llevaba los pantalones remangados, era de piernas gordas y andaba descalzo.
Muchos pensaban que era un loco, aunque no fue agresivo, era un hombre muy tranquilo y no ofendía a nadie, hubo personas que le tenían miedo, otros le ofrecían comida y le brindaban café, el a cambio daba una hoja de un árbol o una piedra, si había un altar de Cruz o un monte calvario, o un velorio, el se ponía por los alrededores y rezaba.
Vino a Baracoa sobre 1893 fecha que fue tratado con mas delicadeza, su error estuvo en volver en 1896, cuando le cortaron el pelo en sabana, lo maltrataban, le apedrean, en cierto momento para los años 1896-1897 en que sus sermones eran ofensivos, los ciudadanos protestaron y del ayuntamiento se decidió expulsarlo de la ciudad.
De ahí nace la maldición del Pelú. Se cuenta que estando en el muelle, momentos antes de abordar el barco que lo llevaría al destierro de nuestra ciudad, dijo: en Baracoa se harán muchos buenos planes, se generaran muchas buenas ideas, pero todas se desmoronaran, nada se le cumplirá.
Baracoa, la tierra bendita y hospitalaria sigue viviendo su gran tragedia de abandono, dolor, miseria, emigración y muerte. Con el transcurso de los años se confirma una vez mas la historia y fatal maldición, pues parece confirmarse en el pueblo de Baracoa, que ha habido grandes iniciativas y ninguna han llegado a realizarse.
Han pasado mas de 100 años desde su aparición en esta región y El Misterioso o El Pelú ha quedado en la memoria popular, su vaticinio es una verdadera antitesis de nuestra realidad.