¿Sabías que el Teatro Shanghai fue construido por los comerciantes chinos en el 1870
Con el objetivo de no sentirse tan lejos de su tierra y disfrutar de la Ópera cantonesa? Aquellos comerciantes crearon una sociedad con el propósito de importar de su país espectáculos, en especial una variante de la “opera cantonesa” y construyeron un teatro al que llamaron "Shanghai" que acogió durante años, en exclusiva, esos sutiles y exóticos géneros teatrales . Y ese fue el antecedente del provocador "Teatro Shanghai" que, durante las décadas de los 30, 40 y 50, sería visita obligada de turistas y nacionales.
Por motivos económicos el local había pasado a manos de un propietario cubano que lo convirtió en un espacio convirtió en un espacio donde el bufo y el burlesco se fusionaban formando un cóctel erótico que a veces rayaba en lo pornográfico. Pocos, poquísimos cubanitos de aquella época podrán negar su asistencia a ese local, aunque fuese una vez en sus vidas, con el fin descubrir un mundo lleno de imaginación y sexualidad. Cuentan que el espectáculo se basaba en "sketches" sacados de sainetes cubanos, adaptados por Antonio López, muy semejantes a los del "Alhambra", el famoso teatro vernáculo de La Habana, pero aliñados con situaciones más que picantes y frases de intenso color verde. Entre texto y texto se intercalaban números musicales ejecutados, con esa sensualidad que solo las cubanas pueden tener, por provocativas vedettes a las cuales acompañaba desde el foso la orquesta del local. Pero la parte más esperada por el “respetable” era aquella en la que las modelos aparecían en escena cubiertas con una larga capa o por grandes abanicos y tras un redoble de la batería las abrían o los cerraban, según el caso, mostrando al expectante público sus cuerpos totalmente desnudos.