Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras el de las lecturas extranjerizas confusas e incompletas y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos que, para ir levantándose en el mundo, empiezan por fingirse frenéticos para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados.
– José Martí