Hola amig@s 🙋♂️Hoy Quiero regalarles🎁estas Super Espectaculares🤩 imágenes📷 de una Majestuosa y bellísima Mansión Habanera 🏠 Misma que perteneciera al banquero💰 Pablo González de Mendoza y Pedroso Casado con Paulette de Goicochea y Diaz de la Torriente.
Esta Maravillosa Mansión Se encuentra ubicada en 15 y Paseo, con una fabulosa piscina🏊♀️ bajo techo diseñada por el arquitecto neoyorkino John H. Duncan👷♂️ Fue la primera piscina techada o baño romano, que se hizo dentro de una mansión habanera(1918 )Las puertas de estilo francés, el techo cubierto de pinturas, hacen de ese un lujoso lugar que algunos llamaron el ‘Baño romano de los Mendoza”
Hoy en día es la residencia del Embajador británico🇬🇧 en Cuba🇨🇺 desde mediados de los 50s.
El Banco Hipotecario Mendoza era un banco comercial, nacional, con una sucursal, y oficina central en el Palacio de Aldama. Era el 24to banco de Cuba en importancia por el monto de sus depósitos que ascendían a $4 900 000.
Propiedad mayoritaria de Paul Gónzalez de Mendoza Goicochea, su presidente, quien controlaba el 73 % del capital emitido ascendente a $250 000, en sociedad con el Banco Núñez. Raúl León era el vicepresidente.
El banco se fundó el 11 de febrero de 1947 por Pablo González de Mendoza Pedroso, nacido en España – quien ya en 1911 había fundado el banco Mendoza y Compañía – del que fue su único propietario y presidente hasta su fallecimiento en 1952, cuando fuera sustituido por su hijo Paul, quien en la práctica, lo dirigía desde antes. Originalmente había estado destinado a préstamos hipotecarios, pero, e mediados de la década de 1950 había ido girando poco a poco, hacia el negocio bancario comercial.
El 25 de agosto de 1958, Guido, hermano de su presidente, vendió en privado al Banco Núñez por $275 000 sus acciones valoradas en $75 000, junto con un préstamo por $105 000, en una operación insólita que despertó reticencias en el Banco Nacional de Cuba y originó un estudio para impedir que los bancos adquirieran otros. El Banco Núñez proyectaba llevar a él los negocios que no pudiera hacer por su cuenta.
Los principales clientes eran once madereras que representaban el 14 % del total y seis productoras de materiales de construcción con el 15 %. Gozaba de buena administración, pero su sistema de contabilidad era deficiente. Obtuvo buenas utilidades durante los años 1950, que en 1958 ascendieron a $118 155, pero no pagaba dividendos.