“…se nota la calidad, es calzado cubano”.
Una cifra a la que se ha logrado acceder es que en 1954 se produjeron en el país casi quince millones de pares de zapatos cuando Cuba tenía poco más de seis millones de habitantes, por parte de 1500 fabricantes importantes, constituyendo el calzado el segundo renglón industrial en importancia por su rendimiento económico. Ni Thom Mcan, Florsheim o los afamados productores italianos le hacían sombra al calzado cubano. El eslogan de la CRIC era: “…se nota la calidad, es calzado cubano”.
En Cuba se producía calzado y productos de piel como cintos, billeteras, carteras y maletas de todo tipo, todas de gran calidad, donde competían marcas tan reconocidas como Amadeo, Ingelmo, Bulnes, Cordobán y Olemberg.
La antigua Amadeo, en Mariano 460 entre Lombillo y La Rosa, La otrora Valle, en Santo Tomás 277 entre Arzobispo y Tulipán. La marca Bulnes, en la Calzada del Cerro esquina a Patria, que elaboraba todo tipo de zapatos y fuera construida por el español Benigno Herrero Bulnes.
C. Ingelmo y Hermanos, fundada por Cristóbal Ingelmo García, natural de Salamanca, España, es importante subrayar que esta firma familiar fue catalogada como la más importante entre 185 fábricas de calzado masculino existentes en esa época en el mundo.
Ingelmo empezó con un tallercito, y a los pocos años construyó una imponente fábrica de varias plantas, que estaba situada en Pedroso y Nueva, Cerro.
Los zapatos Ingelmo ganaron una merecida reputación a nivel internacional con el sello distintivo de calidad en los zapatos de hombre
Utilizando los mejores cueros junto con la última tecnología en confort y estilo moderno se dijo que cada par se hizo específicamente con el cliente en la mente.hay un anuncio que destaca la exclusiva tecnología FLEXI- STEP patentada de Ingelmo,proporcionando flexibilidad extra ,comodidad y soporte al pie mientras todavía se ve a la moda.