Monumento al Soldado Chino. Integrado por una base octogonal sobre la que se alza la sobria columna negra, contiene una inscripción con la frase de Gonzalo de Quesada que atestigua: ¨No hubo un chino cubano desertor. No hubo un chino cubano traidor¨.
Se ubica en el triángulo formado por la unión de las calles L, Línea y 15, en el Vedado, donde existe un parque con bancos, luminarias, árboles y jardines bien cuidados. Allí está ubicado el monumento, erigido el 10 de octubre de 1931, a la memoria de los chinos que combatieron por la independencia de Cuba.