La Revolución cubana cambió la verdadera historia y el sentido de la avenida de los Presidentes, el comunismo derribó las estatuas de los presidentes que tubo Cuba y los sustituyó por presidentes de Latinoamérica , porque negr la verdadera historia.
Monumento a Salvador Allende en la Avenida de los Presidentes en Cuba.
La Habana, Cuba.- El corazón del barrio capitalino de El Vedado queda atravesado en sus principales arterias por La Avenida de los Presidentes llamada comúnmente entre los cubanos “La calle G”.
Esta importante vía se extiende desde la Avenida de Carlos III hasta Malecón y constituye en sí misma una sui géneris galería al aire libre donde las obras del arte y la naturaleza se dan la mano.
Sus cuidados jardines invitan al reposo, a la reunión amorosa y hasta al estudio pues no son pocos los centros estudiantiles que custodian sus flancos.
La Casa de las Américas, la Facultad de Comunicación Social, el Instituto Internacional de Periodismo José Martí coexisten con el Hospital Infantil Pedro Borrás, el Hotel Presidente, y muchas otras instituciones de la vida económica, social y cultural de La Habana.
Pero lo más distintivo de esta arteria capitalina son, sin duda alguna, los imponentes monumentos dedicados a próceres independentistas como Calixto García, Simón Bolívar, Eloy Alfaro, Benito Juárez, Omar Torrijos, Salvador Allende, y José Miguel Gómez.
Subiendo desde el Malecón habanero, es el monumento al Mayor General Calixto García, prócer de nuestras guerras independentistas, el primero que encontramos en la calle G, la obra fue inaugurada en 1958 y estuvo a cargo de Elbert Poets y Félix de Wildon.
Le seguía una estatua dedicada a Tomás Estrada Palma, el primer presidente de Cuba, tristemente recordado por sus acciones a favor del gobierno de Estados Unidos y en perjuicio del pueblo de la Mayor de las Antillas. A él se debió la incorporación de la Enmienda Platt a la Constitución cubana y la concesión de la Bahía de Guantánamo como base militar estadounidense.
Este monumento fue derribado por el pueblo, en enero de 1959, al triunfo de la Revolución cubana, en franco repudio a los gobiernos entreguistas que asolaron el país.
Desde 1999, nuevos monumentos fueron llegando a la Avenida de los Presidentes para rendir homenaje a la historia de la gesta libertadora americana. La primera estatua corresponde al Libertador Simón Bolívar, en la denominada Plaza de Venezuela.
Esta obra es una réplica de la que existe en Caracas y fue donada por el gobierno venezolano. El proyecto de la plazoleta se realizó con mármoles criollos, mediante el empleo del blanco rústico para los accesos y el negro labrador para el fuste de la figura.
Al seguir el ascenso por la calle “G”, encontramos el monumento al ex Presidente y general ecuatoriano Eloy Alfaro con una inscripción que hace alusión al Ecuador como la mitad del mundo. Esta obra fue inaugurada en el año 2006 como evocación de la amistad que une a Ecuador y Cuba. La pieza escultórica es creación del cubano Andrés González.
La estatua del Benemérito de las Américas, Benito Juárez, integra también la galería de la Avenida de los Presidentes. Fue donada en el año 2000, por senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de México. En ella aparece la figura de Juárez, construida con bronce y mármol, abrazada por la bandera mexicana, que le cae desde su espalda.
Espacio importante en la avenida, lo ocupa también el Monumento dedicado al presidente de Panamá, Omar Torrijos, quien marcó un hito para el pueblo istmeño al poner fin a la presencia militar norteamericana en el Canal.
Muy cercano a la calle 23, se alza, desde el año 2003, el monumento al presidente chileno Salvador Allende.
La obra fue donada por la provincia española de Badajoz, Extremadura, en una iniciativa a cargo de la escultora Mónica Bunster.
Y, al otro extremo de la Avenida de los Presidentes se alza el fastuoso complejo monumentario dedicado al Mayor General, José Miguel Gómez. Esta obra del arquitecto italiano Giovanni Nicolini fue inaugurada el 18 de mayo de 1936.