El DRAMA POLÍTICO DE <EDUARDO CHIBÁS> CONOCIDO COMO “El ÚLTIMO ALDABONAZO"
SU SUPUESTO E INTRIGANTE SUICIDIO..
Por. Henry Puente.
Eduardo Chibás fue uno de los político más importantes de la Cuba de la década de los cuarenta, agudo y agresivo en sus discursos, su forma de morir supuso un escandaloso shock dentro de la isla, la importancia de la muerte de Chibás no se ciñe a la desaparición de un político conocido, sino también por la ejecución en forma de suicidio y la implicación política que esté quería tener. El líder del Partido Ortodoxo cuyo lema era “Vergüenza contra dinero”, prometía acabar con el latrocinio blandiendo una escoba simbólica que barrería con todos los males, exponiendo en forma enfática, grandilocuente y altisonante…"Cuba tiene reservado en la historia un grandioso destino, pero debe realizarlo"…Así cuentan que atronaba Eduardo con su voz chillona poco agradable, entre mesiánico y regañón. Durante su discurso suicida del 5 de agosto de 1951, conocido en todas partes como en "El último aldabonazo" la frase pasó al tono de cubanísimo como un exuberante delirio de grandeza nacional, constituyendo una mezcla de megalomanía, junto a un descabellado nacionalismo, adobado con la demagogia y el frecuente histerismo populista de un pequeño país, destinado a vivir sumido en la corrupción, dónde cualquier inmoral oportunista utilizando un poco de verborrea puede volverse rico de la noche a la mañana, aún en pleno siglo XXI. Chibás nunca pudo demostrar sus graves acusaciones en la malversación de fondos públicos, contra el ministro de educación de la época, Aureliano Sánchez Arango, de modo, que reaccionó como un paranoico atrapado en falta, o como el histérico que sobreactúa para desviar la atención y centrarse en su propia persona, en fin, que se pegó un tiro estando en antena para sobrecoger a una audiencia radiofónica ávida de sucesos impactantes.
Pero algo muy curioso que vale la pena preguntarse ¿ Por qué el líder ortodoxo, sí de verdad quería suicidarse, se dio el tiro en la ingle al final de su alocución radial en vez de dispararse certeramente a la sien o directo al corazón ? Aparentemente, es obvio, que Chibás tenía esperanzas de sobrevivir al intento de suicidio y resurgir del trance como vencedor de la muerte convertido en el mesías providencial, sin embargo, aunque la herida no era de por sí mortal, se le presentaron serias complicaciones que le causaron una infección generalizada, o septicemia, con un desenlace fatal. Entonces sin desearlo, Eduardo Chibás falleció el 16 de agosto, al día siguiente de cumplir los 44 años, sin realmente alcanzar la madurez, que entre cubanos no suele llegar antes de los 45, la gravedad del líder carismático mantuvo once días en vilo al país de la siguaraya, aseguran que más de un millón de personas asistieron a su sepelio en el capitalino cementerio de Colón. En mí opinión, dato que me parece tan inflado como el de los participantes en multitudinarias concentraciones, máxime si tenemos en cuenta que en ese tiempo, la población habanera no llegaba al millón de habitantes, con todo, y obviando la guerrita de cifras, su entierro fue sin duda una impresionante demostración de duelo popular. Lo más triste resulta, que el fallecimiento de Chibás fue otra muerte inútil, incluso, contraproducente, ya que su último aldabonazo de nada sirvió……