Hola amigos.
¿Conocen ustedes el nombre de Amelita Vargas?
Pues les digo que es otra cubana que paseó nuestro arte con grandísimo éxito fuera de nuestro archipiélago. En este caso en Argentina donde, nada más y nada menos se le bautizó como “La Reina del Mambo”. Aunque también actuó con éxito en México y Los Estados Unidos.
Nació en La Habana el 16 de enero de 1928. A los doce años de edad se presentó en "La Corte suprema del Arte" donde no ganó el primer lugar, pero fue el impulso que necesitaba para darse cuenta que su suerte estaba echada y que su vida la deseaba encaminar en el mundo del arte.
A los 15 años, parte con su familia hacia México donde, apoyada por su madre, trabajó en el Casino de Cuba de la capital mexicana y en El Patio, un club de moda de la capital mexicana, junto a astros como Mario Moreno (Cantinflas) y el tenor Pedro Vargas.
En 1942, partió a Estados Unidos, y gracias a las gestiones de empresarios mexicanos se presentó en el Club Copacabana, de San Francisco, y luego en el Moderne, de la misma ciudad, sitios donde bailó y cantó la rumba.
En esa ciudad cercana a Hollywood, profundizó sus conocimientos y habilidades con clases de actuación, canto y baile y participó en diversos castings cinematográficos. Hollywood Chesscake, una publicación de la época, consideró a las piernas de la cubana entre las más hermosas del espectáculo, sin embargo, la victoria más importante alcanzada en su carrera artística por tierras norteamericanas la lograría con su participación en el papel de bailarina en la superproducción hollywoodense Perilous Holiday, protagonizada por Pat O'Brien, Ruth Warrick y Alan Hale.
Amelita Vargas luego partió a la Argentina, una plaza de mucha menos competencia que Méxicoo Estados Unidos. En Buenos Airesdebutó en el Teatro Nacional con la pieza ¡Se acabó el jabón!, con la que consiguió el éxito de inmediato y le abrió las puertas del cine porteño.
El diablo en el cuerpo (1947), de Carlos Hugo Christensen, sería su debut cinematográfico argentino, en compañía de Susana Freyre. Mario Soffici la recluta en 1948 para un papel importante en La secta del trébol y Carlos Schlieper, en 1950, para tomar parte en dos comedias de gran éxito, Arroz con leche y Cuando besa mi marido.
En los 50, Enrique Carreras, el cineasta peruano-argentino fundador de la productora General Belgrano la contrató y convirtió en gran figura de ese sello, con el cual obtuvo triunfos en comedias junto al actor Alfredo Barbieri. Para 1960 rodó La procesión, representante de Argentina en el Festival Internacional de Cine de Cannes y en 1964 participó en Cleopatra era Cándida, protagonizada por Niní Marshall y Juan Verdaguer.
Paralelamente prosiguió su carrera de bailarina y cantante, como vedette en teatros de revista y en espectáculos de Music Hall. En las postrimerías de la década del 60 se retiró de la actuación, pero el comediante Antonio Gasalla la llamó en 1970 para realizar otro espectáculo de corte revista musical. Junto a la cubana Blanquita Amaro actuó en 1978 sobre antiguos temas de sus exitosas carreras argentinas y posteriormente actuó en La obertura, su último filme, de Julio Saraceni. En 2005, fue homenajeada por el Museo de Cine Porteño junto a Mirtha Legrand, Amelia Bence y Elsa Daniel. Amelita Vargas está considerada como una de las glorias del espectáculo argentino y siempre se mostró orgullosa de la cultura cubana como de la del país austral, su patria de adopción.
Estuvo casada dos veces, la primera con el director argentino Tulio Demicheli y luego con el actor y director Mario Lugones.
Muere en Buenos Aires el 21 de abril de 2019.