 ¿Era José Martí adicto a la bebida? ¿Es cierto que le llamaban “Ginebrita”?
A medida que en la República se conoció más del patriotismo y el talento de José Martí, más creció en el pueblo la admiración por el héroe, pero no por eso sus enemigos dejaron de recurrir a la burla para desacreditarlo. Dijo Martí de esos agravios: “Los hombres no perdonan jamás a aquéllos a quienes se han visto obligados a admirar”; y en otra ocasión dijo explicando su silencio ante las críticas: “El hombre honrado no va a salir a la calle a aplastar todas las víboras que le salen al camino, porque se le ensucian demasiado los talones. Padece y espera, con fe en la virtud”.
Ocurre así con lo que se conoce por la ‘Leyenda Negra de Martí’, que lo describe como borracho y lo llama ‘Ginebrita’, mujeriego y que aún hoy se escucha a muchos cubanos repetir sin conocer que el origen de tal calumnia fue una fabricación de los enemigos de Cuba.
Como todo hombre importante, si bien fue admirado por unos también fue odiado por sus enemigos que se encargaron de hacer caricaturas burlescas sobre el Apóstol en diarios de la época , especialmente el semanario ‘La Política Cómica’ que, en una caricatura del 25 de Marzo de 1895, lo dibuja en un lugar publico junto a una mesa con una botella y una mujer sentada en sus piernas.
Lo cierto es que Martí no bebía ‘Ginebra’ ni era adicto a bedida alguna. Bebía Mariani, una bebida estimulante muy famosa en aquella época y, según se describe, era la preferida por el papa León XIII, el presidente McKinley, la Reina Victoria de Inglaterra y Thomas Edison.
Según cuenta el historiador Carlos Ripoll, especialista en José Martí, no existe evidencia alguna de que hablara que Martí tomara Ginebra ni bebidas semejantes, mucho menos que tuviera padecimientos alcohólicos ni dependencia de esta substancia dañina. Incluso en una ocasión el Apóstol escribió sobre la prudencia al beber cuando dijo “El vino sano y discreto que repara las fuerzas perdidas” al mismo tiempo de apuntar los efectos letales del alcohol al comentar “. “Los alcoholes abominables agobian y embrutecen”
Publicación de Yudiel Bernal
