<< El Apellido Valdes en Cuba >>
En Cuba, el apellido Valdes (sin acento) tiene un significado especial. Por siglos la Casa de Beneficencia o Casa-Cuna daba este apellido a todos los niños varones que criaba.
Esta costumbre era en honor al fundador de esa entidad, el Obispo de Cuba Gerónimo Valdés y Sierra.
El Obispo Valdés, quien naciera en 1646 y falleciera en 1729, puso como estricta condición que a los varones que fuesen acogidos en la Casa de Beneficencia, les fuese dado su apellido, Valdés , pero sin el acento.
La razón por la que el Obispo Valdés pidiera que a los varones no se le pusiera acento a su apellido fue porque uno de los huérfanos admitidos era uno de sus descendientes. El puso como condición que solamente su familiar llevase el acento, es decir, fue el único que se llamó Valdés, esto, según el Obispo Valdés fue para identificar al niño.
El Obispo Valdés en su testamento legó toda su fortuna a ese familiar suyo, por lo que se había asegurado que llevara exactamente su apellido y que fuese el único con acento en la e.
Las niñas, según se dice, recibían el apellido Rodríguez por otro benefactor y fundador.
Por los años 1950, la costumbre de usar el apellido Valdes fue abandonada por la Beneficencia a favor de escoger un apellido al azar de la guía telefónica.
Tampoco se mantuvo la ausencia de la tilde en la “e” pues este “error” ortográfico fue arreglado en la mayoría de los descendientes gracias a su corrección de en el registro civil.
Fueron niños de esa Casa, Juan Bautista Valdés el cual se hizo médico y llegó a ser director de la institución. El poeta Gabriel de la Concepción Valdés, que haría célebre el seudónimo de Plácido y Fermin Valdés Dominguez y su hermano, entre otros.