LA PRIMERA MUJER ASESINA EN CUBA
Hubo en la Cuba de los años 30 una mujer que acaparó muchas miradas. Nena Capitolio, como era conocida, estuvo en el centro de uno de los más célebres crímenes de la etapa republicana.
No fue el primer crimen pasional, pero sí de los primeros que se tiene constancia donde la víctima fuera el hombre. En la web del diario Juventud Rebelde se le cataloga como unos de los hechos de sangre más sensacionales de la historia de nuestro país. Antes de conocer más detalles sobre el suceso, es preciso detallar quién fue su autora, pues hasta el momento, las mujeres siempre habían sido las maltradas por celos de los hombres y no al revés.
María Elena Grant Lamingueiro, “La venus” o “Nena Capitolio” es descrita como una mujer de figura monumental. La nacida en Cayo Hueso no tenía casa propia, pernoctaba en hogares de huéspedes. De posición acomodada, frecuentaba los mejores sitios nocturnos de La Habana y estaba acostumbrada a rodearse de amantes mucho menores.
Otra de las características de Nena, en la que todas las publicaciones que aluden a ella coinciden, es que lo que se proponía lo conseguía. Así fue como Santiago González pasó de ser un joven estudiante que le sirvió un trago en el hotel Bristol (calle San Rafael y Amistad) a convertirse en su amante. La relacion fue idilíca: La Venus lo exhibia como trofeo, hasta que un fatídico día lo encontró con otra y enloqueció.
En The Cuban History se dice que “lo ultimó en la habitación de la casa de huéspedes donde vivían” y que se “autoagredió y quiso hacer pasar el hecho, primero como un pacto suicida entre ambos y luego como si fuera en defensa propia”.
Sin embargo, nada de estos cuentos ni su fama le valieron para escaparse de la condena. Fue uno de los casos más seguidos por la prensa y, de acuerdo con El Cuartel de Sejano, “tanto se dijo, que se llegó a desvirtuar completamente la historia verdadera añadiéndole condimentos mundanos y oscuros como el alcohol, las drogas y el sexo en grupo”.
En la resolución del caso trabajaron los mejores investigadores de la época y completaron la que se convirtió en una de las grandes investigaciones del cuerpo policial cubano en la primera mitad del siglo XX. Por el delito de homicidio, Nena Capitolio fue condenada a 12 años de privación de libertad.