InicioTodoLA GRAN ESTRELLA.

LA GRAN ESTRELLA.

LA GRAN ESTRELLA.

Por. Henry Puente.

La bella mujer, la vedette, la actriz, la cantante, la bailarina, la comediante, la buena amiga, la excelente persona, todo eso y mucho más, fue la inmensa María de los Ángeles Santana, quién nació un 2 de agosto del año 1914 en La Habana, cuyo talento se desbordaba en cuanto hacía, poseedora de una belleza y gracia sin igual, acompañados por un exquisito refinamiento, sin la menor duda, esas características definían su personalidad. María de los Ángeles tenía ese “don de gente” del que tanto se habla, como muestra de que la elegancia nunca ha estado separada de la cubanía, sino todo lo opuesto.

Muy temprano se supo de la generosa personalidad de María de los Ángeles Santana, desde su infancia comenzaría a cultivar su humildad con dedicación y esmero, tal vez sin imaginar que sería un don que le abriría las puertas al teatro, el cabaret y en el cine, para demostrar que merecía el renombre internacional «La Vedette Señora» como le llamaron en España.

La multifacética artista realizó su debut como cantante en El Romance del Palmar, en el año 1938, está fue una producción cinematográfica de Ramón Peón, donde compartió con Rita Montaner y Carlos Badía, por esa época también hizo aparición en la comedia “Estampas habaneras”, en 1939, en compañía de Blanquita Amaro y los comediantes Garrido y Piñero.

Su energía músical fue inagotable, María de los Ángeles Santana participó en los recordados conciertos de música cubana que fueron organizados por Ernesto Lecuona en el teatro Payret de la Habana, donde popularizó sus canciones “El jardinero y la rosa”, “Mi corazón se fue” y “Mariposa”.Particularmente, Mariposa fue integrada décadas después a la obra de teatro La Casa Colonial del año 1982 con retumbante éxito.

A través de la televisión, la renombrada artista estuvo en todas las pantallas de los hogares cubanos, de hecho, María de los Ángeles fue una de las primeras féminas en la pequeña pantalla cubana.

Con la excelencia de su arte se ganó la profunda admiración de los cubanos, pues incursionó desde el drama hasta la comedia, con su destacado timbre de soprano interpretó lo más excelente del cancionero cubano, pero no le bastó con consagrarse como artista en Cuba, también cautivó al público a nivel internacional.

En la década de 1960 se convirtió en la figura principal del show Los Tiempos de Papá y Mamá en el Salón Rojo del Hotel Capri y actuó como protagonista en obras de drama en pequeñas salas.En el espacio de la televisión Teatro ICRT interpretó los papeles principales de Un Tranvía Llamado Deseo y El Dulce Pájaro de la Juventud, de Tennesse Williams, además, batió récords de taquilla con el musical Tía Mame (1971), basado en Auntie Mame.

Una larga carrera que no se podría cuantificar en cuantos escenarios cantó o en cuantos espacios televisivos estuvo durante más de 50 años de carrera, tan sólo basta mencionar aquel memorable y emblemático programa donde el escenario fue el imaginario pueblo de San Nicolás del Peladero, allí encarnaba al personaje de Remigia la alcaldesa, un sobrenombre con el cual fue cariñosamente llamada por los cubanos.

Su avanzada edad no fue impedimento para seguir cosechando frutos en su carrera, pero finalmente su fuerza se resquebrajó y tuvo que alejarse para siempre de los escenarios y estudios televisivos.

Desde ese momento se echa de menos la presencia de esa excelente artista. María de los Ángeles recibió premios Nacionales de Teatro, de Televisión y de Humorismo, pues con su aire criollo y su impecable desempeño logró llevarnos desde la alegría hasta la tristeza.

Resulta inolvidable el despliegue de sus diferentes tonalidades vocales cuando le cantaba a Agamenón, mayordomo de “San Nicolás del Peladero”, o interpretando el tema “Te vas, juventud” escrito por Ernesto Lecuona, está melodía se estrenó durante la juventud de María de los Ángeles, quizás al momento de componerla, Lecuona no imaginó que Santana la cantaría cientos de veces, se la escuchó por última vez durante un programa de televisión, donde la metáfora concebida por Lecuona en la hermosa canción se convirtió en realidad.

Por esa razón debió ser que pensamos que la juventud nunca abandonaría a María de los Ángeles Santana, ni siquiera cuando partió de este mundo el 2 de agosto de 2011. Aún hoy el público cubano es deudor de su legado, al cual con su arte le regaló grandeza ¡ Algo que resulta imposible de olvidar !….

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