La Mansión de Mark Pollack, es una mansión florentina neoclásica en la Sección Cubanacan de La Habana, Cuba, construida en 1930 por el arquitecto cubano Leonardo Morales y Pedroso. Está ubicado en la calle 21 # 15001, Cubanacan, La Habana Fue construido para Mark Alexander Pollack (1874-1946), hijo de Alexander Pollack y Belle A. Rothschild (1848-1936), el patriarca nacido en Estados Unidos de un rico exportador de tabaco cubano. La casa cubre un área de 13,000 metros cuadrados.
La mansión está construida en gran parte de piedra coralina, tiene habitaciones grandes y está rodeado de amplios jardines. Pollack encargó una serie de paneles que se referían al descubrimiento de las Américas que se colocaron alrededor de la sala principal, La sala es grande debido a sus proporciones (aproximadamente 48 pies (15 m) de largo y 24 pies (7,3 m) de ancho y alto), el órgano ocupa un extremo y el balcón a la mitad de la altura de la habitación, el otro extremo ; La parrilla de hierro conduce al pórtico, el elemento principal de la fachada que da al jardín.
El pórtico tiene una triple galería soportada por columnas dobles y un techo decorado y arqueado. El patio central es excepcional para la arquitectura de la casa cubana en el siglo XX, debido a su tamaño y al hecho de que está completamente rodeado por una galería porticada, cuyas columnas son de diferentes tipos de mármol en ambos pisos. Refugiados políticos La familia de Pollack abandonó La Mansión y Cuba en 1960, se mudaron a Carolina del Norte como refugiados políticos del gobierno de Castro.
La mansión ha sido presentada en Architectural Digest, Six Days in Havana por James A. Michener, en «Havana» de Maria Luisa Lobo Montalvo, como imagen de portada del libro «Cuban Elegance» de Michael Connors, como foto de portada de «I Was Cuba: Tesoros de la Colección Ramiro Fernández «de Kevin Kwan, y aparece en docenas de otros libros que celebran la arquitectura cubana. La propiedad fue arrendada a la Embajada de Brasil hasta que Brasil rompió relaciones con el gobierno de Castro, después de lo cual fue abandonada y se dejó deteriorar. En la década de 1990, fue restaurado a un costo de más de $ 2,000,000 y ahora es alquilado por el gobierno cubano para sus invitados importantes.