MENSAJE PARA LA IZQUIERDA SILENTE
A esos que en el mundo se dicen de izquierda y defienden al poder en Cuba, ¿qué les pasa? ¿En serio les funciona el ojo izquierdo, el oído izquierdo, el lado izquierdo del cerebro y del pecho?
El poder en Cuba es siniestro, sí, pero NO ES de izquierda. El capitalismo monopolista de estado que hay en Cuba, usa la palabra «socialismo» para sostener una dictadura clasista que desprecia a los pobres.
El poder en el país donde nací y donde vivo, ordenó el combate entre hermanos, en las calles, este 11 de julio. Movilizó a militares y «camisas negras» para defender sus tiendas en moneda extranjera, sus oficinas con aire acondicionado, sus autos, sus mansiones con piscina, sus cargos, sus privilegios. Y mandaron a un grupo de cubanos pobres a reprimir a otros cubanos que no tienen nada, o casi nada… que no es lo mismo, pero es igual.
El poder nos cortó el Internet, nos arrojó en camiones, en patrullas, nos encerró a cientos (no hay cifras oficiales) y luego salió con el mayor cinismo de la historia cubana a negar frente al mundo un estallido social sin precedentes en este archipiélago, en casi 100 años… de soledad.
Las cárceles de Cuba están hoy repletas de jóvenes humildes que salieron a rebelarse contra la miseria y la falta de derechos. No son marginales, son marginados. Y están allí con golpes, apiñados en celdas. No sé si ya tienen mascarillas contra la Covid, lo que sé es que no tienen esperanzas.
En Cuba no existe democracia. Ni socialista ni de ningún otro tipo. El domingo pasado fuimos reprimidos salvajemente incluso los que condenamos el embargo/bloqueo y la injerencia, los que queremos resolver nuestros asuntos de forma soberana. ¿Han visto los videos? Conozco a un joven socialista que fue golpeado y llevado a la cárcel. Y sé que a su madre socialista le salieron ampollas en los pies buscándolo durante días sin saber dónde estaba. ¿Cómo es posible guardar silencio ante estos abusos?
Cuba es más compleja que una Habana colonial semi-destruida donde te paseas en un convertible con un tabaco, una mulata y una camiseta del Che. No es tan elemental como esa leyenda épica del pequeño país enfrentado al imperio. ¡Maduremos! A Estados Unidos no le interesa mandar a sus tropas a este país, ¡no tenemos petróleo! El disparate de la anexión es un asunto del Siglo XIX. Los burócratas, los burgueses con boinas bolcheviques y los tanques pensantes de Cuba les han vendido un culebrón que nada tiene que ver con la realidad de este país.
La gran mayoría de mis amigos ya se fue de Cuba. Huyeron. Y a casi la totalidad de esos amigos se les revuelve el estómago cuando escuchan la palabra IZQUIERDA. Créanme, no es un efecto colateral que produzca la McDonald’s o la Coca-Cola. Mis amigos, cuando escuchan la palabra «izquierda», recuerdan el sistema fallido, controlador, ineficiente, corrupto, simulador, machista, vigilante… que los hizo lanzarse en balsas a un mar repleto de tiburones, que los hizo atravesar las selvas centroamericanas buscando LIBERTAD.
Si esas dos palabras (izquierda y libertad) no pueden vivir juntas, entonces da igual romperse las cuerdas vocales gritando justicia social o progresismo, con banderas y puños en alto.
Quien después del 11 de julio de 2021 siga creyendo que Cuba es una «democracia de izquierda», perdóneme, pero sufre gravemente de ceguera social y dislexia política.
Un abrazo.
De la parte de Yunior García Aguilera Dramaturge cubano