Susana Pérez al régimen castrista:
«Les reclamo»
La actriz cubana Susana Pérez ha vuelto a levantar su voz en las redes sociales para denunciar al régimen comunista por los “55 años de frustración” que nunca recuperará.
En un poderoso mensaje difundido en su cuenta de Instagram, la actriz hizo un recorrido personal por todas las etapas de su vida que perdió o malvivió a causa de un gobierno totalitario que también acabó separando a su familia.
“Le reclamo las rosas del jardín de mi escuela de monjas donde aprendí a leer y escribir, a sentarme a la mesa y manejar cubiertos y a compartir el pan.Ya no están ni las rosas, ni el jardín,ni las mesas, ni los cubiertos, ni el pan”, escribió.
Susana, que responsabilizó al régimen por que su padre “cambiara su familia y su mujer por la Patria”, también reclamó “las ventanas de mi secundaria, las pizarras dobles, el taller de educación laboral que ya no existen. Le reclamo todas las Escuelas al campo, mi fiesta de 15 cumplidos en medio de un cañaveral en lo más recóndito de Camagüey”.
“Le reclamo los actos de repudio, el terror en los ojos de los que los padecieron. Le reclamo los fusilamientos, los miles de muertos en el mar, el transbordador 13 de marzo, la rectificación de errores que no rectificó nada, los apagones, el calor y los mosquitos, el hambre”, menciona haciendo alusión a las miles de muertes ocasionadas por separar familias e impedir que cumplieran sus sueños.
La actriz dejó claro que, durante todos los años de gobierno de los Castro, el miedo ha sido sembrado en cada familia cubana.
«Ese miedo que te obligaba a callar, a morderte la lengua, a fingir, a engañar y a engañarte, ese miedo que te llevaba a ser hipócrita y a traicionarte a ti mismo.Ese miedo que pasa a formar parte de la sangre de cada cubano y que todavía nos pone nerviosos en los aeropuertos. Ese miedo que te paraliza, ese miedo que te corroe el alma y los huesos”.
“Ese miedo que permite que abusen de ti hasta que un día decides dar el portazo final y el miedo poco a poco, muy lentamente va desapareciendo y entonces se convierte en rabia y gritas, golpeas cazuelas, te manifiestas pero sobre todo decides que no puedes volver al lugar donde violaron tus sueños”, concluye.