LOS AMORES INTENSOS DE
Por. Henry Puente.
El escritor cubano José Lezama Lima, probablemente, dentro de la literatura isleña el más grande de todos los tiempos, sucumbió a la hermosa historia existente entre Salvador Dalí y Federico García Lorca, quién visitó La Habana invitado por la familia Loynaz del Castillo, siendo durante un período su huésped, al ser íntimo amigo de Enrique Loynaz del Castillo, el hermano de Dulce María, que aunque sea menos recordado, también fue un gran intelectual. Siempre el pintor declaró que le encantó tener una historia de amor con él poeta, a su vez, Lezama contaba la leyenda en forma maravillosa, recreando los pasajes del mito con enorme pasión ¡ Quizás supo algo más que nunca dijo !
Lorca y Salvador se conocieron allá por 1923 en la Residencia de Estudiantes de Madrid, en la que también convivieron coetáneamente otras celebridades del panorama artístico español como Pepín Bello y Luis Buñuel. Esta amistad surge de inmediato, ya que ambos se sienten atraídos por ese antagonismo de ideas, personalidad y concepción artística. Tanto Lorca como Dalí quedaron fascinados el uno con el otro, lo que llevará a una correspondencia entre los dos durante gran parte de su vida.
Sería Dalí quien diseñó los decorados de la obra “Mariana Pineda” de Lorca, así como bastantes pinturas, y esté a su vez, escribió una Oda dedicada a Salvador: «No es el arte la luz que nos ciega los ojos porque es primero el amor». Esta aventura amorosa fue muy intensa aunque se sabe muy poco de como en verdad transcurrió, ya que Lorca fue mucho más consciente de los sentimientos que le despertaba Dalí, mientras que el pintor sentía una exorbitante relación de amistad, mezclada con admiración. Pero, al fin y al cabo, primaba el amor, todo esto ocurrió en 1926.
Del mismo modo, ambos artistas tuvieron una estrecha relación, tanto personal como artística, así como algunos debates estéticos, hasta 1928, donde comenzaron a alejarse, Lorca se marcha a Estados Unidos y Dalí se acerca más al director de cine Luis Buñuel, con el que colabora en Un Perro Andaluz, lo que crea un mayor distanciamiento entre Lorca y el pintor, ya que Buñuel no aceptaba del todo a Lorca.
Es por está fecha, 1929, cuando Salvador conoce a Gala, su futura esposa, casada por aquel entonces con el poeta Paul Éluard, diría: somos dos espíritus gemelos, aquí está la prueba: siete años sin vernos y hemos coincidido en todo como si hubiéramos estado hablando diariamente. Se reencontraron en 1934 en Barcelona, afirmando que ni el tiempo ni la distancia habían borrado esa relación.
En el año 2013, la editorial Elba público toda la subrepticia e interesante correspondencia, junto a las misivas que intercambiaron ambos artistas titulándola:
«Querido Salvador, querido Lorquito»
En la cual se desmiente el mito de la presunta traición de Dalí a Lorca en la que supuestamente Dalí hizo comentarios poco apropiados sobre su antiguo compañero y llegó a cuestionar las aficiones sexuales del autor nacido en Granada, a través de estos documentos se puede apreciar con claridad, cuánto se quisieron en verdad los dos célebres genios….