«El viejo Ferrer»
De niño pasé mi enseñanza primaria en la escuela «Mártires del Corinthia» que aún se encuentra en las calles 204 y 17 en el reparto Siboney, en Playa, La Habana. Jamás he olvidado esa época! La del jarrito de leche en el desayuno,la de la botella de refresco que nos lanzamos en la merienda, la del masareal y la tortica!
Dentro de las imágenes que nítidamente recuerdo está la del «viejo Ferrer». Un señor muy mayor, octogenario, al que veíamos cada mediodía llegar con su copiosa barba blanca, adornado de harapos, empujando su carrito de madera. Era Ferrer quien limpiaba y recogía con sus propias manos las sobras que quedaban en la bandeja que cada pequeño le entregaba al terminar de almorzar. En lo personal confieso que a los 6 años entre especulaciones que salían de la imaginación de infantes inquietos aún le tenía miedo y le entregaba mi bandeja mirando al suelo!
Para los 9 años ya entendía bien quien era Ferrer, era el padrino de la escuela! Perdió sus hijos en el fallido desembarco del Corinthia en 1957….sus hijos se habían convertido en héroes de la Revolución y comencé a verlo desde el cariño y la pena, pues no comprendía el por qué de su precaria condición, en una época en la que todos mamábamos de la teta rusa y no era común como lo es hoy ver personas en esa situación! Quizá una mezcla entre el amor a los animales, el desprendimiento y alguna condición mental. Un par de años después moría Ferrer, dejamos de ver su tupida barba blanca, se llevó consigo sus miserias, su carrito de madera y sus manos que aún llevaban la natilla y la sopa de nuestras bandejas.
Eran los años en los que mi padre que un día bajó de la Sierra Maestra, nos había dejado solos con mi madre para ir por dos años a pelear una guerra que no era nuestra. Hoy al ver a mi padre jubilado hace muchos años, olvidado,indefenso, desechado y al que premian con un salario mínimo para vivir…me resulta claro comprender la situación del padre de aquellos héroes….los héroes del Corinthia!
Y es que la Revolución no olvida, la revolución jubila. La Revolución no olvida la revolución te usa y te desecha, te abandona….. te tira en un rincón como si fueses un mueble viejo que un día le sirvió de algo!
Hoy, puedes ostentar cargos, lucir un carro con combustible prepagado, un celular que no te cuesta y hasta viajes y tú casita en la playa y desde esa posición a uso de la fuerza defiendes lo que tienes a diferencia de la mayoría sin darte cuenta que nada de eso es verdaderamente tuyo….mañana, mañana también serás como «el viejo Ferrer».
Manuel Viera Porelcambio, 17/10/21
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