Recordando a la despampanante vedette cubana, quién brilló siendo reina en los escenarios de las noches del cabaret habanero…..
Por. Henry Puente.
La joven Dunia Aguiar Rosas, oriunda de Güines, comienza su carrera artística realizando algo que pocos saben, con tan solo 17 años debuta como cantante lírica, interpretando temas de ese difícil género, más tarde, es que incursionaría dentro repertorio popular cubano, y aún con condiciones para continuar una carrera operística, decide seguir el sendero de la llamada música ligera, que la llevaría al total éxito.Desde un inició, la entonces promesa destinada a buenos augurios, pisó fuerte, contando con la suerte de ser discípula de la magistral profesora de canto Zoila Gálvez, también con el propósito de ampliar su desarrollo escénico, tomó clases de arte dramático con la prestigiosa pedagoga Eva Vázquez.
De ese modo la naciente estrella es contratada para efectuar una temporada en el Cabaret “Sierra” donde comparte escenario con artistas de la talla de Celeste Mendoza, Los Meme, trio Tropicuba y la Lupe, allí se hace en extremo popular, el público comienza a preguntar por ella, todos desean verla, y queda transformada en una gran y cotizada Vedette, muy pronto convertida en estrella, deslumbra en las pistas de otros conocidos cabaret, haciéndose propietaria para encabezar los shows del mundialmente famoso Tropicana, el Habana Hilton (hoy Habana Libre), el salón Copa Room del hotel Riviera, el Parisién, lujoso club dentro del Hotel Nacional, donde trabajó con Pello el Afrokán y la popular orquesta de Los Van Van de Juan Formell.
Ya entrada la década del 60, exactamente en el año 1963, se une a Guillermo Rubalcaba y se vuelven apoteósicas sus presentaciones en el Club Barbarán, donde se presentaba un Show con figuras como Los hermanos Bermúdez, Pepín Vaillant, Eddy Álvarez , Orlando Vallejo y Dunia la Taína como fenómeno de atracción masiva.
La artista también dejó su impronta en la radio cubana, particularmente en la emisora Radio Progreso en el programa de corte musical humorístico “Alegría de sobre Mesa”, en el cual su presencia se hizo habitual, debido a la constante petición de los radio oyentes, al unísono, hace programas televisivos junto al trío Los Bravos, Fernando Álvarez, Tata Güines y otras estrellas más, trabajando bajo la orden musical del inmenso Adolfo Guzmán.
Resulta una verdad indiscutible, que la monumental artista, era la encargada de cerrar el Show en los lugares donde trabajaba, ya que a golpe de carisma y talento conllevaba insuperable en la pista, consiguiendo que el público emocionado, se levantará a bailar después de culminar el espectáculo, provocando a su paso una sensación de bienestar, gusto y felicidad imposible de superar.
Desde mucho tiempo atrás, está inolvidable y colosal mujer, ya octogenaria, que tanta luz divina le regaló a las noches habaneras, y también a la cultura musical cubana, se encuentra retirada, muy alejada de los escenarios que fueron la razón de su existencia, no obstante, de cuando en vez aparece como invitada de honor dentro de algún espectáculo, es ahí cuando resulta fácil adivinar y comprobar, que nació para resplandecer la escena, sea la que sea, algo que solo la abandonará el día que dejé de estar entre nosotros…..
