Remembranzas de los parques de diversiones. En un recorrido por la memoria: Jalisco Park, Parque Colón, Coney Island Park. recordar «los caballitos», como denominábamos al parque de diversiones en Cuba, es regresar a la infancia.
Eran maravillosas esas idas a «los caballitos» con nuestros padres y abuelos, donde mis preferidos entre los «aparatos mecánicos» estaban el carrusel o «los caballitos», la estrella, la montaña rusa y los «carros locos».
Era un paseo familiar donde, además de disfrutar de los juegos mecánicos, se podían consumir «chucherias» como caramelos, rositas de maíz,maní y algodón de azucar de colores.
Habían kioscos también para demostraciones de habilidades: tiro al blanco contra unos patos metálicos que se movían en fila y lanzamiento de pelotas contra objetos en equilibrio o bolos, que permitían la obtención de premios, siendo uno de los más codiciados los ositos de peluche.
También recuerdo que era un espectáculo el lanzamiento de una pelota de béisbol, a gran velocidad, contra una diana metálica que abría una trampa, haciendo caer en un estanque lleno de agua a una muchacha en trusa, que estaba sentada en un travesaño.
La música también formaba parte importante del entretenimiento y se escuchaba por doquier, en cada instalación.
En las taquillas se vendían las entradas para los aparatos creo que al precio de diez centavos el ticket. Si el aparato costaba más, según el precio, se entregaban dos o tres.
El que mas yo visitaba era el Parque Colón, ubicado en la calle San Lázaro enfrente del Parque Maceo y muy cerca de la entonces Casa de Beneficencia, después desaparecido porque quedaba cerca de mi casa.
Pero cuando se inauguró el Coney Island Park en la playa de Marianao se convirtió en mi favorito..
Alli estaban la montaña rusa y la estrella más altas, el avión del amor, la casa de los espejos y otras atracciones de nueva tecnología, que lo hicieron el preferido de niños, jóvenes y adultos….