María Cristina me quiere gobernar “… y yo le sigo, le sigo la corriente / porque no quiero que diga la gente / que María Cristina me quiere gobernar”.
Esta popular canción, que todos hemos cantado (o al menos tarareado) alguna vez, fue una de la muchas que el pueblo español le dedicó a María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, que tuvo una vida de lo más intensa…¡de novela! que entre otras cosas fue la cuarta y última esposa de Fernando VII, la madre de Isabel II y la Regente de España entre 1833 y 1840. Protagonista de un importante periodo de la Historia española, esta reina es sin embargo una gran desconocida. Yo creo que es una lástima, porque su azarosa vida es una gran fuente de anécdotas, algunas buenas y otras no tanto.
Nació en 1806 en Nápoles y cuando tenía 23 años la casaron con su tío Fernando VII. El tenía 45 y María Cristina era su cuarta esposa. De esa unión nació Isabel II que antes de cumplir los tres años, perdió a su padre.
María Cristina no guardó el luto ni un año. A los pocos meses de quedarse viuda, se casó con su amante Agustín Fernández Muñoz, sargento de su guardia de corps…¡juntos tuvieron 8 hijos! Todo en secreto, Los chismes y bromas sobre la nueva pareja inundaron las calles, al sargento lo bautizaron como Fernando VIII.
Al parecer, los emigrantes españoles la llevaron a La Habana, donde se hizo tremendamente conocida. Durante la Guerra de Independencia de Cuba, la canción se cantaba dedicada a la nueva Regente (que hemos mencionado antes). En los años 30 del siglo XX, el cantautor cubano Ñico Saquito la grabó añadiendo algunas estrofas, obteniendo un éxito inmediato. En España volvió a oírse en los años 50, y también se convirtió en un éxito apoteósico, aunque el origen de la canción se había ya olvidado.
Maria cristina me quiere gobernar
Yo le sigo le sigo la corriente
Porque no quiero que diga la gente
Hay que maria cristina me quiere gobernar
Que vamos “ pa” la playa, allá voy
Que móntate en el carro, y me monto
Que bájate de carro, y me bajo
Que súbete en el puente, y me subo
Que quítate la ropa, me la quito
Que tírate en el agua, ¿en el agua?
¡No, no, no, no, maría cristina, que no, que no, que no, que no!
Maria cristina me quiere gobernar