< ADOLFO LLAURADO>
*UN ACTOR EXCEPCIONAL*
Quién llegó de Santiago de Cuba, detesto siempre el machismo que representó en el cine, convertido por décadas en la mayor estrella varonil del cine nacional cubano…
Por. Henry Puente.
Figura imprescindible de la escena cubana, tanto en cine, televisión como en teatro, siendo rey en los tres medios, galán de infinidad de películas, la pareja ideal para el rostro del cine cubano, la bella Daisy Granados, actor que supo imponer una personalidad muy atrayente incorporando disímiles personajes, así podría definirse fácilmente Adolfo Llaurado, no obstante, el magistral actor fue mucho más que eso.
Bartolomé Adolfo Llauradó Salmerón nació en Santiago de Cuba, el 29 de septiembre de 1941, su carrera artística comienza en 1954, actuando en radioemisoras de su provincia, en 1956 se trasladaría a La Habana y se vincula también a la radio y la televisión, debutando en el teatro en 1957, con la obra Pájaros de la luna de Marcel Aymée, a lo largo de su carrera siempre estuvo vinculado al medio teatral, inicialmente actuó en salas privadas, hasta que en 1959, se incorpora al Teatro Nacional de Cuba, allí formaría parte del Conjunto Dramático Nacional y posteriormente de la icónica compañía Teatro Estudio, a la que perteneció durante varios años.
En 1966 hace pareja con Adela Legrá en el mediometraje Manuela, de Humberto Solás, entonces empezaría así una exitosa carrera como actor en el cine en la que trabajó bajo las órdenes de los más prestigiosos realizadores en varios países.
Recurrentemente hizo el personaje del machista por antonomasia del cine cubano, algo muy distante de su auténtica personalidad o proceder cotidiano, ya que era un hombre suave y encantador muy alejado de ese estereotipo, como fue el caso del súper exitoso films Retrato de Teresa, junto a otras películas más dónde encarnó el intransigente machista, quizás, dentro de las muchísimas películas en las cuales trabajo, su participación protagónica en el tercer cuento de la multipremiada Lucía, film dirigido por Humberto Solás en 1968, sea internacionalmente la más famosa, cinta que en su momento dió mucho que hablar, ya que algunos llegaron a afirmar que el temperamento celoso y violento de su personaje, se ajustaba con acierto al carácter histórico del macho cubano. El asunto se hizo polémico, años después el propio actor diría: Yo tuve que entender los personajes que realice como actor, pero siempre deteste con gran ahínco lo que esos personajes representaban y hacían dentro de la pantalla, quizás en aquella época me ayudó recordar casos de hombres que conocía y se comportaban así, ya que algunos de mis amigos eran extremadamente celosos, con el tiempo, con los años, muchos se fueron suavizando, pero reconozco que bajo otros aspectos y circunstancias he sido un hombre muy celoso, no solo por el amor hacía una persona determinada, si no también celoso de mis amigos, de las cosas más simples, fue un momento en que pude descargar con mi trabajo toda la frustración que llevaba por dentro, hice Manuela muy joven, tenía 24 años, y a esa edad uno está comenzando a vivir, más tarde me liberé de muchos prejuicios y ataduras, lo que contribuyó que fuese un ser humano más feliz.
También en el cine interpretó a terribles malvados, como fue el caso de los largometrajes Rancheador , El hombre de Maisinicú, y El otro Francisco. Llauradó alternó su trabajo de actor en el cine y el teatro, con la televisión, en esos medios rotagonizó importantes clásicos de la escena nacional y del teatro universal, al día de hoy se le recuerda especialmente por su personaje de Ñico en Santa Camila de la Habana Vieja y su actuación En el parque, de André Guelman, dirigido en está ocasión por otro grande del teatro cubano nombrado Vicente Revuelta, puesta que duró casi un año.
Paralelamente, desarrolló una amplia labor pedagógica, insistió siempre en la formación y estimulación de los jóvenes intérpretes, entre 1989 y 1996, apoyó a los estudiantes de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de Cuba en la dirección de actores, en 1996, imparte un taller de actuación para adultos aficionados. En 1998 crea en su casa el Taller de Actuación «La Terraza» con el propósito de preparar niños y adolescentes para presentarse a las pruebas de ingreso en escuelas de arte. En sus últimos tiempos dejó de trabajar como actor e incursionó en la dirección realizando tres documentales con disímiles temáticas, «Carilda desaparece el polvo», «Divas» y «Esmeralda», del mismo modo, participó en festivales internacionales de cine en España, Moscú, Francia, Brasil y de Teatro en La Habana, Camagüey, España y Yugoslavia, entre otros.
Esté insigne actor, falleció en La Habana el 3 de noviembre del 2001, víctima de una terrible y penosa enfermedad, a petición suya, su cuerpo fue trasladado y enterrado en su ciudad natal Santiago de Cuba. En el año 2003 en la ciudad de La Habana en el céntrico barrio del Vedado, se inauguró una sala teatral que lleva su nombre «Teatro Adolfo Llaurado» en reconocimiento a su importante obra e indiscutible presencia dentro de la cultura cubana……