<< Agustín Rodriguez, el gallego criollo, uno de los autores de "Quiéreme mucho" >>

Agustín Rodríguez nació en O Vicedo,Galicia en 1885 y fue uno de los emigrantes gallegos, que mejor captó e interpretó el alma de Cuba pero que, sin embargo, ha sido desconocido para muchos, donde también me incluyo.

Escribió cientos de sainetes y zarzuelas, los argumentos de las primeras películas del cine cubano y las letras de canciones que años después figuras de renombre internacional como, Pedro Vargas, y Julio Iglesias convirtieron en inmortales.

Agustín llegó a La Habana cuando tenía 16 años. Se ocupó como tipógrafo pero pronto quedó cautivado por el naciente teatro cubano de zarzuelas y sainetes, género al que se dedicó y llegó a estrenar más de 400 obras.

Su actividad teatral comenzó en 1908 en el Teatro Alhambra. Para él escribió obras que lo mantuvieron en cartelera hasta 1930.

Ese año, tras asociarse con el empresario Manuel Suárez para regentar el popular Teatro Martí, creó su propia compañía, la Compañía de Zarzuelas Cubanas, con los músicos Gonzalo Roig y Rodrigo Prats como directores de orquesta.

Escribió los libretos de más de 70 obras, algunas tan exitosas como "María la O", la famosísima "Amalia Batista" y "Cecilia Valdés", la más representativa zarzuela cubana coborando también en esa etapa con el compositor Ernesto Lecuona para el que redactó varias piezas.

El "vicedense" fue también creador de argumentos de las películas "El romance del Palmar" (1938) y "Estampas habaneras"en 1939.

Escribió para muchos compositores pero su preferido fue su amigo y colaborador, Gonzalo Roig.

Muchas de sus canciones llevan sus letras, una de las más famosas y universales fue, sin duda, "Quiéreme mucho", considerada uno de los temas cubanos más conocidos junto a "La Guantanamera", "El Manisero" o "Siboney".

En el caso de "Quiereme mucho" la letra fue compuesta por Ramón Gollury y por el propio Agustín Rodríguez.

Cuando falleció en La Habana en 1957 el dramaturgo Feliciano Salas lo describió así: “Se quedó para siempre en la tierra que eligió como suya y bajó a la tumba, una mañana, envuelto en las notas de “Quiéreme mucho” interpretadas por una orquesta que dirigía, firme, sin una lágrima, el maestro Gonzalo Roig”, Mientras, un coro cantaba su más emblemática cancion:

“Quiéreme mucho, dulce amor mío/ que amante siempre, te adoraré./ Yo con tus besos y tus caricias/ mis sufrimientos acallaré./

Cuando se quiere de veras/ como yo te quiero a ti/ es imposible, mi cielo,/ tan separados vivir.”

Y es que nadie es sólo de donde nace a la vida sino de donde nace al destino……