Allá, en la Isla del Cundeamor
Hace muchos años, buscando en las librerías como siempre ha sido mi costumbre, encontré un maravillo libro de un escritor cubano radicado en Miami. Volví a casa, inquieta por el título del mismo, “La Isla del Cundeamor”, porque realmente, qué tanto tenía que hablar René Vázquez Díaz, sobre el Cundeamor?, qué magia había en esa frutica tan amarga que desde pequeños sólo le quitábamos las semillas rojas intensas y era parte de nuestras travesuras en escuelas al campo, o en los jardines o patios de nuestras casas?. O sólo había tomado el nombre de esta planta, para decir “está cundio de amor”????…jajaja
Les empiezo a contar que disfruté muchísimo el libro, ocurrente y muy cubano, como es peculiar en nuestra escritura. Un enredo y desenredo de pasiones amorosas, típico también de nosotros los cubanos y mucho amor, eso si, estaba bien cundía la cosa. Pero seguía haciéndome mucho ruido, este Cundeamor.
Pasaron algunos años de esta lectura, hasta que un día en una de mis visitas al Barrio Chino de Buenos Aires, paseo obligado de cuanto cocinero haya sobre la faz de estas tierras, me encuentro con una especie de pepino alargado y corrugado muy especial. Qué es esto?… Melón amargo, me describieron, simple y concreto, en esa mezcla de dialecto y español chamusqueado que a duras penas entendí, pero que por suerte, me obligó a buscar más y acá paso a darles mi mejor versión del Cundeamor.
Registrada botánicamente como Momordica charantia, en lo popular se reconoce como “Melón amargo, Cundeamor chino, Cundeamor o Balsamina, Calaica en algunos países centroamericanos y Chote en el Golfo de México". Una especie de la familia de las Cucurbitaceas (calabazas, pepinos, etc) que es ampliamente cultivada en las regiones tropicales y subtropicales de Asia, África y el Caribe por su fruta comestible y de grandes propiedades medicinales.
Esta insignificante plantica para nosotros y comida de pajaritos de los campos cubanos, posee una gran variedad de formas y tamaños. La típica variedad en China mide de 20 a 30 cm de largo, oblonga, con puntas romas y con un color verde pálido y ligeramente arqueados, simil un pepino viejo. La variedad más extendida en la India, son más estrechas, con finales picudos, superficie exterior dentada, y coloración verde o blanca. Entre estos dos extremos del Mundo, las variedades de la misma fruta se diversificaron y su longitud puede ir desde los 5 cm hasta los 30, según el país donde nos encontremos. Cabe destacar que varía mucho el tipo por el suelo, el clima, etc.
Desde lo culinario, y entrando en materia de condumio porque ahora compatriotas, tenemos que mirar a esta frutica naranja o medio roja, con otros ojos…jajaja, se suelen consumir solos y apenas salteados, por su sabor amargo y muy peculiar, aunque si se salan un ratico antes de la cocción y luego se lavan muy bien para quitar el exceso de salazón, ahí la llevamos.
De la cocina asiática, podemos recopilar que esta fruta se emplea en salteados con huevo, en sopas y hasta en té. En la cocina de la India, se prepara con papas y se sirve con una salsa de yogurt tipo Raita, que además lleva cilantro y pepino en cubitos (es deliciosa). A veces en esta misma gastronomía los rellenan y los fríen con mucho picante. También vemos su uso en la cocina de Japón en menor medida y en los platos de países como Indonesia, Filipinas, Nepal y Pakistán. Todos países con prácticas alimentarias y paladares muy diversos al nuestro, pero que su saber, no nos quita, sino que nos aporta y nos enseña, cuánto podemos aprovechar lo que tenemos alrededor y no lo sabiamos.
Ya más pegadito a nuestros sabores criollos, en la Amazonía y otras regiones, los habitantes y los indígenas siembran la Balsamina que es como ellos le llaman en sus jardines para usar los frutos y hojas en guisos con frijoles y darle un sabor amargo y agrio a las sopas. Y esto nos hace pensar. Por qué si es tan amargo, muchos países insisten en consumirlo?. Para gustos los colores y para elegir las flores…sería lo más popular a responder, pero señores, detrás de todo eso hay tanto pero tanto saber, qué ni les cuento. Nada es por nada. Y cuando el hambre aprieta, hasta la cáscara del huevo nos comemos y está riquisima. Así de simple. Sigamos.
Desde la medicina tradicional el uso del Cundeamor o Melón amargo en China, ha sido milenario pues se le atribuyen propiedades diversas, siendo así considerada una planta de las plantas que más aplicaciones posee en el ramo. Ahí les va:
– Es buena para el reuma y el ácido úrico.
– Ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre, actuando cuasi una Insulina natural.
– Ayuda a bajar la presión arterial.
– Es buena para el dolor de cabeza.
– Desinfecta y cicatriza las heridas y quemaduras externas.
– Puede ser utilizado como un remedio para la tos y la fiebre.
– Se utiliza para el tratamiento de los parásitos intestinales y la colitis o diarrea
– Ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer.
– Mejora el sistema inmunológico ayudando a combatir infecciones.
– Buenísima en el tratamiento de las hemorroides.
– Es un buen antioxidante.
– Es antibacteriana y antipirético
Si bien además, esta planta ayuda a la micosis vaginal y al retraso de la menstruación, no es recomendada en las embarazadas.
En fin, compatriotas, que luego de este humilde texto, solo me resta decirles que empezamos a competir con nuestros pajaritos a ver quién se come el Cundiamor a partir de ahora…jajaja. Maravillosa naturaleza que nos deleita y nos sorprende con todo lo que nos ofrece. Nunca dejemos de aprender de ella, y que siempre vivamos, cundios de Amor!!!
Un saludo sabrosón y los leo como siempre.