Antigua Muralla de La Habana:
En el siglo XVI La Habana se había convertido en el puerto más importante de América. Aquí se reunían las dos flotas que regresaban a España con los caudales de oro y plata recolectados.
Fue azotada por innumerables ataques de corsarios y piratas que ponían en peligro la vida de los peninsulares y las riquezas que la corona almacenaba en la villa, por lo que se hacía imprescindible su fortificación a través de obras de ingeniería militar que permitieran defender la floreciente urbe. De esta forma son construidas las fortalezas de La Fuerza, La Punta, El Morro, La Cabaña y los torreones de Cojímar, La Chorrera y San Lázaro.
En 1863 comenzó su demolición con el derrumbe del gran muro por las Puertas de Monserrate y no es hasta comienzos del siglo XX que culmina. Actualmente se conservan los restos de la muralla que testifican las características y el trazado de esta importante construcción del sistema defensivo de La Habana.