Armando García Menocal. Pintor e independentista cubano. Representó el verdadero y mejor realismo académico y en su pintura reflejó aspectos de la cubanía esencial. De cualquier desacierto que pudo haber cometido lo exoneran sus escenas de la guerra, pertenecientes a la lucha independentista, en la que participó como combatiente. Lo mismo ocurre con las damas que pintó, pueden ser de mayor o menor linaje, pero son criollas definitivamente. Obras suyas pueden apreciarse en el Museo Nacional de Bellas Artes, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y en el Museo de la Revolución.

Algunas fuentes dan como fecha de su nacimiento en La Habana el 8 de julio de 1868, aunque documentos de la Academia fijan el acontecimiento en 1863. Descendiente de una ilustre familia cubana, sus padres fueron don Rafael G. Menocal y doña Rosario G. Menocal. Su tío, Aniceto G. Menocal, fue ingeniero del ejército de Estados Unidos, autor del proyecto del canal de Nicaragua y colaborador del de Panamá.

Cursó la enseñanza elemental y superior en La Habana y concluyó sus estudios en San Alejandro a los 17 años de edad. En 1880 viajó a España para ampliar sus estudios con el pintor valenciano Francisco Jover y Casanova, catedrático de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, en cuyo taller se relacionó con ilustres figuras de las artes y las letras hispanas como el dibujante Daniel Ubarrieta Vierge, el escultor Mariano Benlliure, los pintores Pradilla, Domingo y Sorolla, el polígrafo Menéndez y Pelayo y los periodistas Mariano de Cavia y Fray Candil.

A los 21 años alcanzó su primer triunfo con el óleo Generosidad Castellana, segundo premio en la Exposición Nacional de Madrid en 1884. Regresó a Cuba en 1890 para consagrarse a la interpretación del paisaje cubano.

Mientras se encontraba en la residencia de su hermana en la Calzada de Puentes Grandes, en La Habana, pintó los cuadros: el retrato del obispo de la Diócesis de La Habana, ¨Monseñor Manuel Santander¨ y Reembarque de Colón por Bobadilla (completamente restaurado es patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes). Sobre este último, ejecutado expresamente para la Exposición de Chicago en 1893, el comisionado colonial español pretendió que el pintor borrara las cadenas que llevaba Colón, pero Menocal se negó y lo exhibió en los salones del teatro Tacón, con Colón encadenado, como lo había pintado. Sobre esta obra escribió el patriota cubano Manuel Sanguily: ¨la luz de este cuadro era tan intensa que había que llevarse las manos a los ojos para evitar su resplandor¨. También de 1893 es el cuadro premiado ¨El Derecho Feudal¨.

Fue nombrado profesor de San Alejandro a raíz de la muerte de Valentín Sanz Carta y desplegó una encomiable labor en la cátedra de Paisaje. Ocupó la dirección de esta escuela en 1927. Fue miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras de La Habana. Cultivó con éxito varias modalidades del arte pictórico, destacándose como retratista y paisajista. Poeta en ocasiones, dejó dos sonetos: A Maceo y A Máximo Gómez.

En 1895, al estallar la Guerra de Independencia, abandonó el aula y se incorporó a la Revolución, primero bajo el mando del Marqués de Santa Lucía y luego como Ayudante del General Máximo Gómez. Durante la guerra, en los momentos libres, ejecutaba a la pluma retratos de jefes y compañeros que luego se vendían en los Estados Unidos para sumar fondos a la causa revolucionaria, participó, además, en acciones que luego reprodujo en sus cuadros, como La batalla de Coliseo, La Invasión y La batalla y Toma de Guáimaro. Su acción como mambí le hizo ganar el grado de Comandante del Ejército Libertador. Es famosa su pintura de gran formato titulada La muerte de Antonio Maceo, creada en 1906 y que estuvo expuesta en la escalinata del Palacio del Ayuntamiento de La Habana. Por ella el pintor recibió la suma de 5, 000 pesos. Este cuadro fue enviado, a petición del genera Loynaz del Castillo, a la Exposición de California, en 1915, donde fue premiado con medalla de oro.

Fue designado por el propio general Máximo Gómez para integrar la Comisión que hizo entrega al Titán del nombramiento de Lugarteniente General del Ejército Libertador. En este documento histórico, con la aceptación del Antonio Maceo, el artista le dibujó su retrato a la pluma. Incorporado a las fuerzas de Maceo, recorrió el camino de la invasión desde Oriente hasta el Mariel.

Al terminar la guerra, se incorporó a su cátedra de Paisaje en San Alejandro, la que ocupaba desde el 30 de julio de 1891. Decoró la quinta Las Delicias, de Palatino, perteneciente a Rosalía Abreu, para la que realizó varios paneles mitológicos y cuadros sobre la invasión, entre los que figuran el mencionado La Batalla de Coliseo, en la que participara.

En 1908 realizó para la Universidad de La Habana varios paneles sobre temas alegóricos que fueron premiados por este centro docente.

En 1918, por encargo de su primor Mario García Menocal, Presidente de la República, realizó la decoración del Palacio Presidencial, actual Museo de la Revolución, para el que concibió el lienzo de 22 metros que adorna el techo del Salón de los Espejos de este edificio, así como el cuadro de La Batalla y Toma de Guáimaro. En la ejecución de estas obras, colaboraron con el pintor sus compañeros de San Alejandro, Rodríguez Morey, Valderrama, Mariano Miguel y su sobrino y alumno Augusto García Menocal.
Murió en La Habana, el 28 de septiembre de 1942.

Quizá su obra más célebre sea La muerte de Antonio Maceo, un óleo de gran formato ejecutado en 1906, que se distingue por el tratamiento dramático de la composición y que hoy se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Su obra Amanecer fue premiada en 1915, en el primer concurso de pintura celebrado por la Academia Nacional de Artes y Letras.