Baconao fue regalado por el General José Maceo, quien tenía en alta estima a José Martí. Fue un obsequio valioso y muy agradecido por el apóstol, fue el último caballo que montó el héroe nacional.
Procedencia
Según el historiador Rolando Rodríguez:… “Si bien algunos aseguran que la bestia procedía de las ocupadas a la fuerza del Coronel Copello, en Jobito, otra versión afirma que procedía de una recría de la zona de Guantánamo, y el año anterior, un primitivo comprador del caballo lo había devuelto a su propietario porque padecía el mal de asustarse y desbocarse (…) Pero hay que decir que si bien Martí no era un jinete consumado, tampoco era un inexperto. Desde su niñez había galopado y, de nuevo, durante sus viajes, lo había hecho muchas veces. De manera añadida hay que pensar que de haberse desbocado el caballohubiese llegado primero que Ángel de la Guardia (escolta de Martí que lo acompañaba en el momento de su muerte) ante las filas españolas; sin embargo, los disparos que recibió la cabalgadura del joven oficial, evidencian que andaban a la par.
Heridas del último combate
Baconao fue alcanzado por una bala que le penetró por el vientre y salió por una de las ancas, llegó por sus propios medios hacia las filas mambisas y fue cuidado y sanado de sus heridas.
Destino final
El General Máximo Gómez ordenó que lo soltaran en la finca Sabanilla con la indicación expresa, como respeto a Martí, de que nadie más lo montara.