CABARET SANS SOUCI Según algunos, el cabaret y casino más exclusivo de La Habana. – CUBA en la memoria. El cabaret-casino Sans Souci, estaba en Arroyo Arena Km.15. Fue fundado en los días siguientes a la I Guerra Mundial. Llegó a ser uno de los lugares más populares del mundo y nunca –desde su inauguración hasta 1959- fue totalmente cerrado, aunque la derogación y la gran depresión redujo su funcionamiento cuando el comercio turístico disminuyó.
Debe su nombre al Sanssouci, que era el palacio de verano oficial de Federico II el grande, Rey de Prusia, en Potsdam, cerca de Berlín. “Sanssouci” es un término francés que puede traducirse como “sin preocupaciones”, simbolizando que el palacio era más bien un lugar de descanso y no un centro de poder. Lo mismo pensaron los fundadores del Sans Soucí en La Habana, porque ellos querían que todos los visitantes se sintieran como en su casa, alejados de las preocupaciones.
Arsenio Mariño, natural de Galicia y radicado en Cuba desde 1914, fue codueño del Sans Souci. Allí conoció a la que fuera su esposa y madre de su hija, la conocida actriz Yolanda Far, que junto a su hermana gemela debutaron como “Las hermanas Pfarry”.
Mariño vendió su parte al principio de la década de 1930, cuando marchó de gira por Suramérica con las hermanas Pfarry.
Aunque desconozco a los siguientes propietarios, sí puedo comentarles que Norman Rothman fue su gerente una temporada, y que Olga Chaviano fue la indiscutible estrella desde 1953 a 1955 que salió embarazada y tuvo a su primer hijo con Rothman en 1956.
En 1955 Lefty Clark de Miami, quien operaba algunos de los mejores casinos vacacionales de Florida, fue su nuevo administrador. Clark y sus asociados gastaron un millón de dólares en el reacondicionamiento del club, que terminaron en 1957. Estableciendo en un entorno rural y arquitectónicamente una villa española antigua, y unas modernas máquinas tragamonedas revistiendo sus paredes y salones.
Lefty Clark prácticamente reconstruyó y además amplió el Sans Souci. Después de su intervención se sentaban fácilmente 1.100 clientes. Y algo similar a Tropicana, le adicionaron un techo de cristal, para las noches de lluvia o mal tiempo.
Sua salones de juego contaban con las habituales mesas de ruleta, craps, black-jack y chemin de fer (conocida como “shimmies” en el mercado de juegos de azar). En el interior estaba el “Nevada Cocktail Lounge”, que tenía su propio espectáculo independiente del show de la sala principal.
Amante los grandes espectáculos, Clark ofreció al ex campión de boxeo peso heavyweight Rocky Marciano la cifra de 350.000 dólares por una pelea contra el retador cubano Niño Valdés en el club, y trató con figuras internacionales como Marlene Dietrich, Liberace y Susan Hayward, para que se encargaran del entretenimiento de temporada de 1957-58.
La nueva administración, en 1955, consideró cambiar el nombre de Sans Souci posiblemente por Copacabana o Copahabana, a fin de alejarse de la mala reputación anterior que tuvo el club por motivos del juego, pero finalmente consideraron que el nombre de Sans Souci era un hito de La Habana, y que la mejor manera de restaurar la respetabilidad sería simplemente operar de forma respetable. Ya en 1956, el Sans Soucí fue considerado el número tres de toda Cuba por el “Cabaret Guide Havana 1956”.
Sans Souci era tan importante que producía sus propios discos con la música que se interpretaba en sus shows. Con esta productora el cuarteto las D’Aida hizo su primera grabación y también Ernesto Aquino, virtuoso violinista, compositor y director de orquesta.
Después de remodelado el Sans Souci se llevaron a efecto excelentes y elaborados shows con coreografías exclusivas del magistral maestro Alberto Alonso, poniéndolo a la par de Tropicana.
Entre las personalidades extranjeras que animaron en este cabaret, podemos destacar a los norteamericanos Tony Martín, Frank Sinatra, Kirk Douglas o Nat King Cole y personajes como Mario Moreno (Cantinflas), Rocky Marciano o Libertad Lamarque. El debut en centros nocturnos de nuestra gran Rosita Fornés lo haría en el cabaret Sans Souci, en La Lisa, a principio de la década del 40.
La prestigiosa marca de relojes “Cuervo y Sobrino” diseñó unos relojes exclusivos para el Sans Souci fabricados en Suiza con 16 joyas. Esta compañía fue fundada en Cuba en 1882 y llegó a convertirse en la década de 1940 en un fuerte rival de prestigiosos relojeros de New York, Francia e Italia.
— with Osvaldo Dorticos.