<< Carmen Herrera: La guerrera silenciosa >>
Carmen Herrera encarna un tipo de éxito diferente, mucho más raro, el de la artista largamente ignorada por el mercado y por la historia.
La suya es una historia de fortaleza personal.
Nacida en 1915 en La Habana, donde su padre era editor del diario El Mundo y su madre una reportera del periódico, Carmen recibió clases de arte desde niña, estudió el bachillerato en París y se matriculó en Arquitectura en una universidad cubana. En 1939, abandona sus estudios, se casa con un profesor Jesse Loewenthal y se traslada a Nueva York.
Aunque estudió en la «Art Students League de Nueva York», no descubrió su identidad artística hasta que ella y su marido se instalaron en París unos años después de la Segunda Guerra Mundial. Allí se unió a un grupo de artistas abstractos, miembros del influyente «Salón de las Nuevas Realidades».
Despues de 5 años regresa a Nueva York, donde el tipo de arte que hacía,abstracción geométrica, no era estimado. Ninguna galería estaba interesada en sus obras. Y se convirtió en una «guerrera silenciosa de su arte”.
Carmen no pintaba paisajes cubanos ni flores del trópico, la clase de arte que podría esperarse de una emigrante cubana que había vivido en París,
ella siguió creando sin reconocimiento hasta su descubrimiento tardío, a principios de la década de 2000.
La primera venta de uno de sus cuadros de manera profesional fue más de seis décadas después de sus inicios, en el 2004 cuando contaba con 89 años.
Pero no fue hasta un documental realizado en 2015 «The 100 Years Show” y su retrospectiva individual de 2016 en el «Whitney Museum of American Art» , que se convertiría en una estrella.
Desde obras escultóricas a gran escala de colores audaces de formas complementarias, hasta obras maestras pintadas mínimas que reflejan una complejidad absoluta a través de su uso de la simplicidad, las obras de Herrera se esfuerzan por sorprender y deleitar.
Tambien Herrera ha trabajado en colaboración con la firma de relojes de lujo «Movado» con su característico punto metálico a las 12 en punto y su estilo minimalista.
Ahora en este mes de octubre, la marca anunció su nueva serie en colaboración con Carmen Herrera. Esta marca el comienzo de la era de la «Serie Artist Carmen Herrera X Movado»
Hay cinco diseños únicos que se traducen en relojes, cada uno de los cuales es una obra de arte de algún momento de la carrera de Herrera.
Algunos de los relojes se inspiran en la obra de la década de 1950 hasta la de 1970, mientras que otros se centran en algunas de sus pinturas más recientes, incluida una de 2016.
Una parte de las ganancias de las ventas se donará para apoyar el Fondo de Arte.
También Carmen ha incursionado en el mundo de la moda. La firma Akris se inspiró en la obra de la artista para la creación de una de sus colecciones del año 2017.
A sus 106 años Carmen Herrera continúa trabajando, con ayuda de un asistente, en el estudio de su casa de Nueva York, la misma en la que vive desde que regresó de París en 1948.
A ella no le gusta hablar de sus obras. Insiste en que «las pinturas hablan por sí mismas». Figuras y colores. No hay otra motivación, aclara: «Sólo mi amor por la línea recta me mantiene activa».
