Como joven quinceañera en Cuba, en los años 58, me encantaban los boleros de Orlando Vallejo. Yo era una chica muy susceptible y sus canciones me emocionaban mucho.
Todavía si escucho en YouTube “Cuando ya no me quieras”, “Rosa Peregrina” o “Alborada”, vuelvo a aquella época tan linda de nuestra juventud. Perdonen a esta vieja romántica y sus recuerdos.