Cuando estaba listo el café te avisaban con un silbido, por solo 3 centavos te servían una taza de café recién colado de máxima calidad, el olor era embriagador, se sentía a los alrededores de la cuadra, siempre te regalaban un vaso de agua fría con hielo, el servicio era esmerado y te atendían como si fueras un miembro mas de la familia. ¿Díganme si estoy diciendo mentiras?