Cuando se tiene el título de Reina y la vida de mendigo.✍
Nada que ver con las pintorescas Cortes Europeas. En la Habana existe una edificación que aunque no presta el servicio para la que fue concebida, está en pie resistiendo olímpicamente. El cine Reina fue inaugurado en la década del 30′. Tuvo una capacidad para 1570 personas. Un edificio maravilloso Art Decó, de cuando la arquitectura no escatimaba esfuerzos para llenar la Habana de exponentes únicos. El Reina dejó de funcionar como cine a inicios de los 90′. Como hoy se justifican las cosas por la pandemia, la justificación para decenas de cines que cerraron en la Habana en ese momento, fue el período especial. El cine pasó a tener otros usos después de su clausura. Entre los más recordados, baño público en sus portales. Los equipos cinematográficos se perdieron y logró finalmente algo de salvación, cuando el actor y bailarín Tony Menéndez, le dieron el sitio para establecer allí su compañía de espectáculos. Compañía poco rentable para llevar a cabo la reparación del inmueble. Aún así, hoy recordamos al cine como lo que fue, quizas porque está en pie y lo vemos a diario, como habitualmente nos gusta recordar las buenas cosas que han existido.
Fuente: Muro de Ilusión.
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