“Cuba probablemente esté rodeada de oro”…
Según los datos más actuales suministrados por el Ministerio de Cultura del Reino de España, se calcula una cifra de 681 barcos hundidos en la región del Caribe durante su dominio americano. El primero fue la Santa María (la misma que trajo a Colón cuando “descubrió” sus Indias Occidentales) y culmina con la escuadra del Almirante Cervera, hundidos en Santiago de Cuba en 1898.
Existen indicios arqueológicos solamente del 23% de los naufragios documentados, razón por la cual se presume que cientos de pecios, con valiosos cargamentos, esperan aún ser encontrados.
Cuba, sus islas y cayos adyacentes es la zona donde más naufragios españoles se han podido identificar, 243 pecios para ser exactos, por lo que es muy probable que ricos cargamentos de oro y plata, en lingotes y monedas, piedras preciosas como las esmeraldas, entre otros objetos de inconmensurable valor histórico y cultural, se hallen todavía bajo las aguas que rodean la plataforma insular.
Muchos son los naufragios famosos cerca de Cuba, aunque el primer naufragio español en costas americanas fuera un poco alejado de las costas cubanas y cerca más bien de La Española: la nao Santa María, el día de navidad de 1492. Sí se pueden contar el de la nao Santa María de San Vicente en 1592, Nuestra Señora del Juncal en 1631, nave insignia de la flota de Nueva España, y el galeón Santísima Trinidad en 1711 que se hundió a solo 24 kilómetros de La Habana.
Los datos proporcionados por el Inventario de naufragios españoles en América incluyen las posibles ubicaciones de cada pecio, el nombre de la nave, el tipo de barco, el nombre del capitán, el armamento y la carga embarcada, así como la tripulación y los pasajeros, lo que inflama la imaginación de los cazadores de tesoros en el Caribe ante la posibilidad real de un descubrimiento de grandes tesoros aún escondidos por el mar.