Dicen los bohemios y los faranduleros que la noche más larga de La Habana transcurría en El Gato Tuerto, el bar-restaurante de la calle O, casi enfrente del Hotel Nacional, en el Vedado. Aseguran que, para amanecer, La Habana espera a que El Gato Tuerto cierre sus puertas. Porque no existe otro sitio en la Isla que se empecine tanto como este en hacer perpetúas las noches.
En los altos del establecimiento, hay un restaurante de cocina internacional y cubana, y un café concert en los bajos. A la salida, el entorno del Malecón, escogido por los habaneros para, sobre su ancho muro, jurarse amor del bueno”.
Fue inaugurado el 31 de agosto de 1960
por Felito Ayón, personaje con mucho carisma, animador y uno de los fundadores de La Bodeguita del Medio, en la década de 1950.
Se le atribuye que fue el lugar donde se creó el feeling cubano .