<< Domingos de Carnaval en La Habana >>
Los domingos los paseos de Carnaval se realizaban por las tardes y eran los de más presencia infantil.
En ellos sólo se realizaba el desfile de las carrozas y vehículos descapotados adornados en los que se montaba la gente disfrazada que hacían sonar pitos y matracas y lanzaban serpentinas de un vehículo a otro o hacia los espectadores.
Las carrozas eran muy hermosas y muy bien decoradas, la reina iba en una acompañada de sus damas y las otras tenían distintos temas y eran financiadas por empresas.
En ellas se montaban orquestas y figuras populares que hacían su música y sus bailes sobre las carrozas.
Recuerdo que en zonas a lo largo del Prado se situaban en las aceras sillas plegables que si mal no recuerdo se alquilaban para que el público pudiera disfrutar sentado de los paseos.
A mi me encantaba ir con mis padres y comprar muchos rollos de serpentinas a los vendedores que pasaban para lanzarlas a las carrozas y autos….
Los vendedores ambulantes vendían serpentinas de todos colores, pitos, matracas, caretas, antifaces,etc.
Los paseos del Carnaval habanero eran un derroche de alegría, luz y color.