Dos portadas de Cubadebate, la mayor plataforma digital de propaganda del Partido Comunista de Cuba. La primera corresponde a la edición del 28 de mayo de 2020: ni cuentas en MLC, ni George Floyd, ni la ultraderecha de Miami, ni surcos revolucionarios ni croquetas martianas; por esos días Cubadebate decidió que no había noticia en Cuba que no fuera la nueva peste de Wuhan. En consecuencia, absolutamente todos los titulares que aparecen en la portada de ese día hacen referencia directa a la pandemia de Covid-19: catorce titulares acompañados de un cintillo con la actualización de casos diarios en la isla y el hashtag CubaSalvaVidas, tan grande, tan contundente que parece dispuesto para herirte los ojos, rótulos del tipo “Gobierno cubano en acción”, chistes sobre la mala gestión de la crisis sanitaria en Estados Unidos y la obligada diferenciación “entre el modelo de biotecnología en EE.UU. y Cuba”, siendo la Revolución socialista cubana, por supuesto, un “ejemplo” para el mundo del “buen manejo de la pandemia”. Todo eso bajo el nuevo logo que Cubadebate tuvo a bien presumir para la ocasión: un estetoscopio contorsionado en forma de corazón montado sobre otro corazón, rojo como el amor comunista, un estetoscopio de un médico revolucionario cubano, porque, claro, y el logo te lo recuerda una vez más, la Revolución socialista “salva”. Eso fue en mayo, y se repitió en junio, en julio, en agosto y en los meses sucesivos… hasta que un grupo de artistas contrarrevolucionarios decidió hacer una huelga de hambre contrarrevolucionaria en la contrarrevolucionaria sede del Movimiento San Isidro. Pero eso es otra historia. O la misma, pero instalada en una realidad a 62 mil milenios luz de Cubadebate. Volviendo a las portadas: la de hoy 4 de agosto es portentosa, casi extravagante. Mientras Cuba es el número uno indiscutible por mérito propio: de todos los países que participan en los Juegos Olímpicos de Tokyo, el de mayor índice de contagio por Covid-19, Cubadebate desparrama en portada una medalla aquí, otra medalla allá, vencedores, felicidad y… una galería de fotos del invicto Comandante revolucionario, la pulsación jubilosa de la muerte del siemprevivo Jefe comunista que ni con veinte toneladas de concreto encima termina de morirse.
—¿Y la pandemia?
— Puños de oro para Cuba.
—¿Y la Covid?
— Los Juegos Olímpicos aún prometen emociones para la Isla.
—¿Y las medicinas?
—Estalló la verdadera felicidad.
—¿Y los cadáveres amontonados de esta Revolución socialista?
—Nuestros muertos alzando los brazos…
Publicación de Carlos Aníbal Alonso
