Dulce María Loynaz premio Cervantes año 1992.
El 23 de abril de 1992, al entregarle el Premio Miguel de Cervantes Saavedra a la cubana Dulce María Loynaz Muñoz en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, el Rey de España Juan Carlos I se dirigió a ella con un título ennoblecedor: después de obsequiarle la Medalla y Diploma del galardón, la nombró como “La Dama de América”. Desde su silla de ruedas, la frágil viejecilla caribeña sonrió suave y enigmáticamente.