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El día que José Martí bailó merengue en MontecristiEl prócer cubano se dejó llev

El día que José Martí bailó merengue en Montecristi

El prócer cubano se dejó llevar por las notas del Juangomero, que, según algunos historiadores, nació hace 170 años, cuando el merengue se convertía en la música de la república

Santo Domingo, República Dominicana.- Iba camino a la gloria y se detuvo allí, en la ciudad de los bellos atardeceres. Máximo Gómez, general de generales, lo estaba esperando para firmar el Manifiesto de Montecristi y ambos se fueron juntos a hacer la historia. Tres veces estuvo en el lugar, incluyendo aquellos últimos días –inolvidables, decisivos, eternos- en que salió a hacer la revolución en su país y se encontró con su destino en Dos Ríos, Cuba
Dice Pedro Carreras Aguilera, historiador y cronista de la Línea Noroeste, que fue la noche del 3 de junio de 1893, en su segundo viaje, cuando el Apóstol de la Libertad de Cuba bailó el merengue Juangomero con una muchacha del lugar.
Llegó y esa misma noche se improvisó una fiesta en el hotel Estrella, de la ciudad de Guayubín, con un sabroso perico ripiao”, precisa el investigador.
La fiesta fue amenizada por el conjunto de los hermanos Novo, que tocó el histórico merengue Juangomero y ahí mismo el prócer cubano se fajó a bailar. “Cuando el noble cubano lo oyó –narra el historiador-pidió que lo repitieran varias veces y, bajo el influjo del acordeón, acomodó su intelecto al pueblo, para, en brazos de una joven de apellido Grullón, bailar el sugerente ritmo.”Cuentan que la pareja de baile de Martí era una de tres hermanas que, por su belleza indiscutible, eran la sensación del lugar.
En esa fiesta, según Carreras Aguilera, las hermanas Vidal Torres, representando a las muchachas del pueblo, le entregaron una bandera cubana que ellas mismas habían bordado.
El historiador plasmó sus indagaciones en el libro Una centuria tocando acordeón: De Ñico Lora a Tatico Henríquez, Premio de Ensayo Pedro Francisco Bonó 2011.
Tres veces estuvo el prócer cubano en la República Dominicana. En 1892, 1893 y 1895. Vino como delegado del Partido Revolucionario Cubano a recabar apoyo para la causa anticolonialista y a coordinar acciones con el general Máximo Gómez, que nació en Baní y se fue a vivir a Montecristi. Y al final firmaron el Manifiesto de Montecristi, el histórico documento que proclamó a los cuatro vientos los objetivos de esa lucha.
José Martí, poeta indómito que se le metió en el medio a la historia, dio su vida por la libertad, y su palabra y su acción alumbraron una patria.
Dicen que el día que murió hasta los vientos se pusieron a llorar.



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