El día que Rolando la Serie se equivocó con Benny More surgió un tema inolvidable. Cuando alguien le decía que Fulano o Zutano hablaban mal de él o querían jugarle sucio, comentaba: «¡Déjalo, el pobre!». Claro que en casos extremos era capaz de darle un cabillazo a un empresario, o aceptar el reto de un cantante (Rolando Laserie) a quien él mismo había ayudado y que se atrevió a proclamarse mejor que Benny cantando guaguancó. Benny le contestó en un "mano a mano" y encima de eso dejó constancia, en grabación memorable de que lo mismo podía cantar un mambo que un son montuno, una rumba, un chachachá, un bolero o un guaguancó. Él solo decía: «Elige tú, que canto yo». Y aparte de todo eso, era un verdadero maestro de la trova. Cantaba con la misma soltura los géneros más disímiles sin dejar de ser siempre él. Cosa poco frecuente y nada fácil.