El Guararey de Pastorita
La Habana, 3 may (PL) El recién fallecido músico cubano Juan Formell legó un sinfín de clásicos bailables, muchos de su autoría y otros que le deben su popularidad al genial fundador de Los Van Van.
Entre estos destaca El guararey de Pastora, emblemático ejemplo del changüí-shake que creó Formell y que nunca convenció del todo al maestro Elio Revé cuando tuvo al visionario bajista en sus filas.
«Pastorita tiene guararey conmigo, yo no sé por qué será», reza el estribillo inspirado en Pastora Yuani Sayú, quien murió en 2013 faltándole tres años para cumplir un siglo de vida.
Nadie sabe a ciencia cierta que es «tener guararey», pero todos conocían a la musa de un clásico en el repertorio de Los Van Van, que aún lo toca en el remix de sus viejos éxitos iniciales.
Fue sin dudas un himno de los bailadores, cuya autoría provocó un litigio que llegó incluso a los tribunales para dilucidar si lo compuso Roberto Baute, Pedro Speck o la propia Pastorita.
Según la sentencia 336 del 14 de junio de 1976, Baute fue el verdadero compositor de aquella pieza, que narra la guerra que le hicieron al autor por enamorarse de Petronila, la hija de Pastora.
Baute vivía por entonces en el Sigual, un poblado de la oriental provincia de Guantánamo, y en un bailable se enamoró de Petronila, mucho menor que él, pero con quien finalmente tuvo dos hijos.
Al parecer a Pastora no le hacía demasiada gracia aquel amorío, una porque el hombre era casado, y otra porque le llevaba 20 años a su hija, y se opuso a la relación. O sea, le armó guararey a Baute.
«Pastorita tiene guararey conmigo, yo no sé por qué será, yo nunca le he hecho nada, ella es mi amiga del alma la llevo en el corazón», se defendió Baute con su música montuna, sin sospechar que esos versos viajarían toda Cuba y parte del mundo gracias a Formell.
Nacida en Boquerón de Yateras, en 1916, Pastora fue recién descubierta hace apenas una década en el poblado de Uveral, pues hasta entonces se creyó que era un personaje imaginario.
Hubo quien la asoció incluso a Pastora Núñez, la promotora de los repartos Pastorita diseminados por toda Cuba, con edificios multifamiliares.
Pastorita bailó hasta que las piernas se lo permitieron, y quién sabe si en el Más Allá pueda volver a hacerlo, al son de la guitarra endiablada de su yerno Baute, la paila sin par del changüisero Elio Revé, y ahora el tumbao inmortal de Juan Formell.