El hombre estatua de Cuba: lleva 15 años posando junto a su figura de bronce.
Todo comenzó en 2003 cuando la artista Martha Jiménez le pidió que posara para una escultura que iba a formar parte de un conjunto que animaría la Plaza del Carmen, en Camagüey.
“Quiero representar a un señor mayor, de esos que leen los periódicos en las plazas”, le dijo la artista. “Pero yo soy chofer, Martha”, le respondió Norberto Subirat Betancourt, que aún no se había jubilado.
Como solo se trataba de sentarse con el diario Adelante –oriundo de Camagüey– abierto en un banco, Norberto aceptó posar durante 20 días en jornadas de varias horas.
Lo que no sospechaba su autora, ni probablemente tampoco el propio Norberto, era que esa estatua pasaría a ser un ancla de su existencia, enmascarada en una razonable fuente de trabajo.
Subirat se sienta en el banco junto a su propia figura desde la mañana, recibía de los turistas monedas de CUC por sacarse una foto con él, y repite una y otra vez la historia de aquellas horas que se han convertido en años y lustros enteros, cuando la artista le pidió inmortalizar un momento en el que, por los vericuetos de los caminos de la vida, el tiempo se detuvo.
Norberto, con 85 años, tiene la fortuna de pasar los días sentado, y con una gorra que lo protege del sol. Aún levanta la rodilla izquierda y empuña su periódico. Es el único del conjunto de bronce que es de carne y hueso.
Me pregunto: ¿Aún seguirá Norberto ganándose su sustento?…ahora será en CUP…
Por Soledad Gil