El Palacio de Aldama, es un mansión de estilo neoclásico, situada frente al antiguo Campo de Marte, hoy Parque de la Fraternidad Americana, en La Habana, capital de Cuba. Construida en 1840 por el arquitecto e ingeniero dominicano Manuel José Carrera. Su fachada principal abarca una cuadra completa de la calle Amistad entre Reina y Estrella. Este palacio es admirado no sólo por sus características constructivas, pero también por ser testigo de una historia impresionante. En 1869 el Cuerpo de Voluntarios españoles asaltó el palacio bajo el pretexto de que Domingo del Monte escondía armas en el interior del mismo. Después de saquear y causar destrozos inmensos a la propiedad , sólo encontraron las armas de la colección personal del acusado. Con posterioridad a este hecho Don Aldama abandonó el país. Luego de la muerte de éste el 11 de abril de 1870, en La Habana se abrió un juicio para determinar si sus herederos Miguel y Leonardo Aldama podían heredar el inmueble, opción negada por la corte colonial, por lo que la propiedad pasó a manos del gobierno metropolitano. Con la firma del Pacto del Zanjón, a los Aldama les fueron reintegrados sus derechos; pero nunca más el palacio fue ocupado por sus propietarios ni por familia alguna.
Con posterioridad a la muerte de don Miguel Aldama la mansión fue subastada, y los nuevos propietarios instalaron la fábrica de tabacos "La Corona," que luego fue vendida a la compañía inglesa "The Havana Cigar and Tabaco Factories Limited," los que modificaron su estructura sumándole una tercera planta. En 1932 después de una cruenta huelga de tabaqueros la empresa cerró y en 1945 estuvo a punto de ser demolido, pero por fuertes protestas de sociedades culturales y artísticas se salvó y se declaró Monumento Nacional, el 9 de junio de 1949 mediante un decreto. En el Palacio Aldama antes de la Revolución Cubana, se encontraba el Banco Hipotecario Mendoza, y otras empresas y oficinas de empresas privadas.