*El "pilón", otra de nuestras tradiciones*
Cuando pensamos en un "pilón", el tiempo traiciona, porque se inventó el molino y ya muchos han olvidado la tradición.
Sobre su origen, fue usado en sus principios por los Taínos. Historiadores y conquistadores mencionan haber visto a los indios utilizando vasijas gigantes para machacar diferentes ingredientes, se parecían a los de hoy, esa es la verdad.
Todavía en algunas casas campesinas, sobre todo en las serranías, el "pilón" reposa en una esquina, con su "mano" adentro, en espera del café tostado, que se dice que huele y sabe mucho mejor, y quién lo duda, si así ha sido siempre.
La "mano" puede hacerse de la misma madera que el "pilón", este es de cedro, aunque también sirve el algarrobo u otro palo fuerte, que pese y no se parta.
El pilón, es lo más fácil de hacer: uno agarra, le abre un hueco al palo con una trincha, y le echa leña para que vaya quemando despacio, hasta lo hondo que uno quiera pero hay que cuidar que no se le pase la candela.
En un solo día se hace, a veces en dos y después se le da la forma afinandolos para que parezcan copas.
Si de los rituales cafetaleros se habla sobre todo en la región oriental cubana , el "pilón" está en cualquier rincón donde se cultive el aromático grano y también fue la fuente del "ritmo pilón" creado por Enrique Bonne y popularizado por Pacho Alonso.
La primera obra que se grabó con el ritmo pilón fue “Baila José Ramón”, en 1964, de Bonne; posteriormente, aparecieron del mismo autor “A cualquiera se le muere un tío”, “Yo no quiero piedra en mi camino” ,pero fue Pacho Alonso el que colocó el ritmo en los medios con “Rico pilón”, por lo que algunos han dicho que fue el reconocido santiaguero quien creó esta modalidad de los bailables cubanos.
Seguramente recuerdan este estribillo:
"Ay, qué rico que rico es, el ritmo pilón, para que lo baile usted.”