«El que quiera azul celeste que le cueste»
El origen de la frase “El que quiera azul celeste que le cueste” esta relacionado con el arte y el lapislázuli, una piedra preciosa.
Durante la época del Renacimiento, los pintores que se dedicaban a hacer los retratos de los nobles y los frescos de las catedrales tenían muchas complicaciones para poder obtener el color celeste. Este color se obtenía del mineral llamado “lapislázuli”, originario de Oriente, una piedra preciosa que se pagaba con oro. Por esta razón, cuanto más celeste tenia que utilizarse en una obra, más costoso resultaría.