El socialismo crea mendigos, seres débiles y cobardes, sin la más leve idea de la dignidad, sin respeto asimismo, sin ansias constantes de mejor estar, sin tenacidad en los propósitos, sin persistencia en las resoluciones sin inteligencia para la acción. La miseria es bestial y ciega; se rinde pronto a la fuerza, al soborno y al halago.
Pueblo de hambrientos, pueblo de esclavos, pueblo de miserables, pueblo donde la barbarie, la ignorancia y el mal tienen su asiento; pueblo de mendigos, pueblos que retrasa a los demás en el camino del progreso y del bienestar.