El suceso puede haber extendido su fama cuando el presidente Ramón Grau San Martín, durante uno de sus discursos, consultó su reloj y exclamó "¡Coño, son las tres de la tarde, la hora en que mataron a Lola!", popularizándose aún más la expresión.
¿Qué cubano no ha dicho o escuchado decir alguna vez ”a la hora en que mataron a Lola”? . Probablemente ninguno, pero, ¿Algunas vez se han preguntado cuál es el origen de esta frase?
Todos los que nacimos en esta Isla sabemos que el hecho ocurrió a las tres de la tarde pero, no se pregunte más. A la hora de su muerte se resume todo lo que sabemos de ella.
Navegando en la web constatamos algunas variantes sobre el “trascendental” acontecimiento. A continuación colocamos la versión más completa.
Lola era una prostituta de La Habana a quien uno de sus amantes fulminó con una puñalada en el pecho. Cuentan que el autor del crimen fue un médico famoso por esos años, de nombre Edmundo Mas, quien no pudo soportar ver como aquella dama coqueteaba con todos por igual y le quitó la vida a las tres de la tarde, con la firme convicción de que, dada la mala vida de la occisa, el incidente ocuparía apenas un par de párrafos en la crónica roja de los periódicos de entonces. Pero para su mala fortuna. el incidente quedó grabado en la memoria de todos, a tal punto que el presidente Ramón Grau San Martín ya a fines de su mandato, que concluyó el 10 de octubre de 1948, se refirió al suceso en uno de sus discursos. El mandatario interrumpió sus palabras, miró su reloj y anunció al auditorio que eran ya las tres de la tarde y precisó: «La hora en que mataron a Lola».
Ese comentario tan simple, pero relevante por haberlo expresado el Presidente de la República, repercutió de inmediato y quedó acuñado en el imaginario y la memoria colectiva de los cubanos, al punto de que no hay oriundo de la Isla que no sepa la hora en que mataron a Lola.
Como si eso fuera poco, una canción, digamos con exactitud, un bolero-son, se encargó de perpetuar el incidente: «Eran las tres de la tarde / cuando mataron a Lola… / y dicen los que la vieron / que agonizando decía: / yo quiero ver a ese hombre / que me ha quitado la vida / yo quiero verlo y besarlo / para morirme tranquila».
Esto es lo que se cuenta, por nuestra parte no tenemos manera de afirmarlo, pero lo que si es cierto es que el asesinato de «La bella murciana» fue uno de los crímenes más sonados de la Cuba de las primeras décadas del siglo XX. La muchacha, que vivía en un edificio de la esquina de Nueva del Pilar y Belascoaín fue ajusticiada a las 3:00pm quedando para la historia como la “hora en que mataron a Lola”