En Cuba se registran 130 variedades de orquídeas endémicas del país. Las que pueden encontrarse en varios lugares de forma silvestre, acompañadas por otros ejemplares del área del Caribe y de Suramérica, lo que hace un total de 308 especies.
Sin embargo, muchas se encuentran en peligro de extinción por la intensa recolecta a la que han sido sometidas en los últimos años y otros fenómenos naturales relacionados con el clima que afectan las poblaciones naturales.
Por el sustrato en que viven aparecen orquídeas de cuatro tipos en Cuba: epífitas (se sostienen de los árboles), litófitas (se sostienen de rocas), terrestres y trepadoras.
Se encuentran orquídeas silvestres en toda Cuba, lógicamente donde existan condiciones, pero existen más variedades en la Sierra de los Órganos y del Rosario en Pinar del Río, en la zona montañosa Guamuhaya del centro del país, en la Sierra Maestra y en la montañosa macizo Nipe-Sagua-Baracoa en la región oriental.
La Mayor de las Antillas cuenta con un Jardín Botánico Orquideario en la localidad de Soroa, al oeste de la capital, que fue fundado en 1943.
El mismo abarca unos 35 mil metros cuadrados, en los cuales atesora más de 20 mil ejemplares de orquídeas divididas entre 130 especies cubanas y 700 foráneas.
Estas se pueden encontrar dispuestas sobre troncos de árboles (en su medio natural), o en umbráculos protegidas del exceso de luz solar y aire.
Entre los ejemplares, destaca la Encyclia bocourtii, descubierta en la Sierra del Rosario, a finales del siglo XX.