En Enero de 1959 recién llegado desde el oriente del país, en un viaje en el que no se arriesgó para no resultar herido, llego a la Ciudad de la Habana, el mismísimo demonio disfrazado de libertador, hasta traía un crucifijo en el pecho, se fue directo para el Hotel Habana Hilton, para la habitación más lujosa del hotel, la que se ve al final del pasillo, y se pasó tres meses, fiesteando, bebiendo, comiendo y a saber con cuántas mujeres estuvo, parece que primero había que quitarse el mal sabor a tierra que traía, todo ese gasto no lo pagó, viendo que nadie le ponía freno, entonces le tomó el gusto al hotel y no conforme, se lo quitó a los dueños, argumentando que había que nacionalizarlo, después continúo nacionalizando todas las propiedades de todos los que vivían en Cuba, su ambición de poder no tiene límites, hasta que se quedó con todo. Hoy a 62 años de esos acontecimientos, más todo lo que conocemos que ha seguido quitándole a la población, incluso hasta las joyas personales de los cubanos, aún hay quiénes creen que se puede dialogar con ellos, para que vayan a una democracia, a caso alguien en su sano juicio puede creerse que van a soltar todas las propiedades y riquezas que atesoran desde hace 62 años, a través de un simple diálogo o por una oferta beneficiosa.
nota: Para que sus seguidores más cercanos no se pusieran celosos, los mandó a hospedarse en otros hoteles, Ramiro Valdés se pasó 3 meses en la habitación más lujosa del hotel vedado y los demás cabecillas también siguieron su ejemplo en otros hoteles, en resumen, saquearon con total impunidad desde el primer día y no han dejado de hacerlo hasta hoy, porque ninguno de ellos ha aportado nada que sirva, ni nada que beneficie al pueblo.
Publicación de Eugenio Silva Perez